Por ANULFO MATEO PÉREZ
Unos
40 años atrás, ¿quién nos iba a decir que al final del siglo XX y aún entrada
la segunda década del siglo XXI nuestro país llegaría a un punto tal de caos,
desvergüenza y latrocinio, que un grupo de sujetos formarían una corporación,
disfrazada de partido, para apropiarse de ríos, playas, montañas y sus
entrañas, y todo cuanto nos perteneciera?
Pero
además, ¿quién para aquellos años, le iba a decir a esos hijos… de Machepa, que
les llegaría la oportunidad de enriquecerse más que los tutumpotes, otrora
dueños absolutos de las riquezas del país?
Jamás
imaginó Carl Barks, historietista estadounidense, que la serie El Pato Donald,
para la que creó Patolandia y muchos personajes que allí habitan, como los Chicos
Malos, serían imitados por miles de seguidores de un cuentista dominicano.
Tampoco
pensó el animador y director de cine, Dick Lundy, en 1931, que un pato
antropomórfico de color blanco y con el pico, las piernas y las patas
anaranjadas, el Pato Donald, y su tío Rico MacPato, despertarían la codicia de
tantos niños de esta media isla.
¿Qué
otra cosa puede uno decir, después de devanarse los sesos buscando una
explicación a esta pesadilla, en que uno ve desmoronarse el país al paso de
esta manada de paquidermos enfurecidos?
Es
como si nos hundiéramos en un mullido butacón de cine a ver pasar 24 fotogramas
por segundo, de la diestra mano de Timothy Walter Burton (Tim Burtón), para
mostrarnos sus elementos góticos y oscuros, cuyos protagonistas suelen ser
seres inadaptados y enigmáticos.
Pero
no se trata de un surrealismo, sino de una verdad golpeante. Se han robado
todo. Nos han despojado hasta de la ropa interior. Estamos con una mano atrás y
otra adelante, como llegaron al poder en 1996 esos “asaltantes de camino”.
17/febrero/2013.
Dr. que articulo tan bien logrado, que retrata de cuerpo entero a todos esos hijos de Machepa, ladrones y corrupto.
ResponderEliminarGracias, mi estimada Juanina.
Eliminar