Por ANULFO MATEO PEREZ
Hasta el 3 de junio 2020, más de 6,3 millones de personas han sido
afectadas por la pandemia de Covid-19 en más de 213 países, resultando
el mayor impacto en Estados Unidos, Brasil, Rusia, Reino Unido y España
con el más elevado número de infectados; más de 380 mil muertes, sin que
aún se haya logrado una vacuna.
Los países con mayor cantidad de
fallecidos son Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Brasil y Francia,
detonando la crisis mundial más grande de la historia desde la Gran
Depresión (1929) y la Gran Recesión (2008).
La pandemia por el
coronavirus ha impactado la salud psico-somática a nivel global, dejando
sentir las profundas desigualdades y el carácter expoliador y
putrefacto de un capitalismo decadente.
Recuerdo la frase del
Apóstol de la Independencia de Cuba, José Martí, cuando dijo que “Patria
es Humanidad”, por lo que manifestó no se defendiera a “monarquías
inútiles” o “políticas descaradas”.
El pensamiento de Martí y el
sólido legado revolucionario de Fidel Castro han guiado y guían a miles
de cooperantes cubanos a ofrecer la solidaridad a otros pueblos
necesitados de ayuda.
La conocida frase martiana «Honrar, honra»,
se haría realidad si se otorgara el Premio Nobel de la Paz a las
fraternales brigadas médicas cubanas que combaten el Covid-19 en África,
América Latina, Asia y Europa.
El
Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de
Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve de Cuba, debe recibir tan
merecido premio por su dedicación sin límites en otras latitudes.
Es
oportuno, además, expresar la solidaridad a Cuba frente al abusivo
bloqueo económico, comercial y financiero, así como por el hostigamiento
diplomático exhibido por la administración de Donald Trump.