Raíces Radio

sábado, 4 de marzo de 2017

¿Cuál es la trama?

Por ANULFO MATEO PÉREZ

El presidente Danilo Medina se dirigió a la Asamblea Nacional y al pueblo dominicano el pasado 27 de Febrero durante un discurso lleno de contradicciones e interrogantes que deben analizarse con cuidado, si queremos saber cuál es la urdimbre con que se maneja a nivel oficial la corrupción y la impunidad.

Tres elementos deben analizarse: Primero, el acuerdo a que ha llegado el Procurador Jean Alain Rodríguez y la imputada Odebrecht. Segundo, el rechazo del juez José Alejandro Vargas a esa transacción.

Y tercero,  la comunicación gestual de Rodríguez durante el discurso del presidente Medina y las recientes declaraciones del primero, de que los culpables de recibir sobornos de Odebrecht irán a la cárcel.

El drama parece confundir a muchos, prestándose a diversas conjeturas; no obstante, se deben sacar algunas conclusiones objetivas de él, como por ejemplo, el entrampamiento en que se halla el gobierno.

Las irrefutables evidencias de sobornos del consorcio brasileño a lo más granado del poder, y otros escándalos de corrupción, así como el firme rechazo a la impunidad les han creado un gran desconcierto.  

El presidente Medina y sus más allegados están conscientes de que es tarde para manipular a decenas de miles de dominicanos que marcharon el pasado 22 de enero contra la corrupción y la impunidad oficial.

Que es imposible frenar a la sociedad dominicana en su sed de justicia, resistida a transigir frente a las maniobras que se traman desde el gobierno y falsos opositores implicados en toda esa podredumbre. 

Ahora lo que importa es mantener y potenciar los esfuerzos para desplazar del poder a esa partidocracia enquistada en todos los estamentos del Estado, involucrada por igual en este desorden institucional.

domingo, 26 de febrero de 2017

El discurso y Odebrecht

Por ANULFO MATEO PÉREZ

Mañana hablará el presidente Danilo Medina para rendir cuentas a la Asamblea Nacional y a la nación, pero a diferencia de otras ocasiones los dominicanos estarán muy pendientes de sus palabras porque esperan que rompa el silencio respecto al tema del soborno de Odebrecht a funcionarios de su gobierno.

Ya la sociedad dominicana se ha expresado condenando la corrupción e impunidad imperante, y con vigor reclama el fin del saqueo que viene patrocinando su funcionariado, así como los que les han precedido.

La marcha del pasado 22 de enero y las realizadas el pasado miércoles en esta capital y en otras localidades del país son testimonios de que la gente de a pie está decidida a detener la corrupción y el caos.

La reacción popular ha sido y sigue siendo tomar las calles para demandar justicia contra los infractores que recibieron coimas de Odebrecht para sobrevaluar obras del Estado de parte del consorcio brasileño.

Pero además, se ha revelado que parte de los US$92.0 millones de dólares recibidos como sobornos se usaron para financiar la campaña electoral de la reelección forzada del presidente Danilo Medina.

Es decir, la corrupción y la impunidad han parido un gobierno ilegítimo, resultado del engaño, defraudación de los recursos públicos y la violación flagrante a la Constitución de la República y a las leyes dominicanas.

Realizar una transacción poco transparente entre el gobierno y Odebrecht para el primero recibir US$184 millones y así evitar la acción de la justicia contra los corruptos, es un desatino muy arriesgado.


El presidente Medina debe imitar a su homólogo de Perú, Pedro Pablo Kuczynskiy, apoyando a la Justicia para que actúe contra los sobornados por Odebrecht; de no hacerlo, “a Dios que reparta suerte”.