Raíces Radio

domingo, 25 de marzo de 2018

Depresión en adultos mayores

Por ANULFO MATEO PÉREZ

La alta prevalencia de enfermedades psíquicas en los adultos mayores es un importante problema de salud, cada vez más significativas si tenemos en cuenta que los estudios demográficos señalan un progresivo envejecimiento de la población, especialmente en los países de mayor desarrollo económico.

Las causas de estos cambios están en el propio deterioro o sufrimiento orgánico del cerebro, aunque en algunos casos, las alteraciones psíquicas, concretamente la depresión, se asocian al estrés de los ancianos.

Esta situación está vinculada en el ámbito económico, social y psicológico, siendo de todos los trastornos psíquicos de los adultos mayores, la depresión el más frecuente, de paso inadvertido por el entorno.

La depresión se puede definir como un estado de ánimo triste, decaído la mayor parte del día, con notable disminución de la sensación de placer o de interés en todas, o casi todas las actividades cotidianas.

La depresión, en personas de la tercera edad, muestra en muchos casos, características muy peculiares, y posible que para el personal médico resulte muy difícil establecer de cuál se trata propiamente.

Es habitual que los ancianos estén más interesados por sus síntomas físicos, por lo general muy frecuentes, que por su tristeza. Sin embargo, la culpabilidad, nihilismo y ruina cabalgan junto a la depresión.

Hay que recordar que la depresión del anciano, cuando se trata de forma correcta, evoluciona de manera favorable, sobre todo en sus formas más simples; por el contrario, si es mal asistido puede ser devastador.


Si se ignora el diagnóstico, no se establecerá el tratamiento oportuno, por lo que el adulto mayor puede complicarse con trastornos somáticos, metabólicos o cardiovasculares, y el consiguiente riesgo vital.