Raíces Radio

domingo, 10 de marzo de 2019

El intrigante nunca duerme

Por ANULFO MATEO PÉREZ

El ataque despiadado de su “majestad”, el rey, contra Miriam Germán Brito, usando como instrumento a un peón que al final terminará sacrificado, contrario a empequeñecerla le ha dado la oportunidad de agigantarse, al recibir un inusitado respaldo de distintos sectores de la sociedad dominicana.

La trama nos recuerda el caliesaje ponzoñoso de los débiles, como en los filmes “La vida de los otros”, del alemán Florian Henckel von Donnersmarck, y “La conversación”, del laureado director Francis Ford Cappola.

Es una muestra de lo bajo que vuelan los intrigantes con poder, carcomidos por el resentimiento, la hipocresía y el espíritu de venganza contra las personas que se han ganado el respeto de la gente decente.

Por su trastorno conductual, el mediocre tiende a la simulación, y en él subyacen los mecanismos de la traición, manipulación e intimidación para alcanzar sus fines, mostrándose apático ante el dolor ajeno.

El insignificante no aporta una idea brillante cuando se necesita, ni se esfuerza por alcanzar metas colectivas; para ascender prefiere escalar solo, usando o dañando a otros que han trabajado para lograr el éxito.

Durante la andanada de mentiras e insinuaciones maliciosas contra la magistrada Miriam Germán Brito, no sólo se violaron las normas de una instancia cuestionada, sino la del respeto a sus derechos más elementales.

Es una herencia del trujillismo. Como se ha dicho: pensar que el individuo es capaz de alterar, con su comportamiento, el decurso de los hechos es, más que otra cosa, un síntoma de arrogancia.


A veces, se nos hace difícil advertir a este personaje, porque posee un don para lanzar dardos desde el “anonimato”. Y mientras éste impere, debemos estar alerta, porque el intrigante con poder nunca duerme.