Raíces Radio

domingo, 17 de noviembre de 2019

Golpe imperial contra Evo



Por ANULFO MATEO PEREZ

El golpe de Estado al presidente Evo Morales en Bolivia fue planeado y los hilos conductores de la asonada tensados por el gobierno estadounidense que encabeza el republicano Donald Trump, obsesionado contra todo lo que represente independencia y soberanía fuera de sus fronteras, al sur del río Bravo.

La grosera intervención de los halcones del imperio en los asuntos internos de otros países no debe sorprendernos, porque es una práctica consustancial a su propia naturaleza y a sus afanes de sobrevivencia.

Haciendo uso del humor político, se dice que “en EE.UU. no hay golpes de Estado, porque allí no hay embajada americana”, es decir, que el modus operandi es la sedición y la puñalada a traición contra sus vecinos.

Para lograr el control de los países que consideran su patio trasero, el imperio ha formado a militares y otras fuerzas coercitivas de la región, para poner o quitar gobiernos según su conveniencia.

Durante la “guerra fría” fueron derrocados gobiernos liberales prácticamente en todos los países latinoamericanos, para imponer dictaduras militares como ocurrió en Sudamérica, Centroamérica y el Caribe.

Bolivia ha sido víctima de un golpe artero, derrocando a un gobierno democráticamente electo, reprimiendo a su pueblo y desconociendo el Estado Plurinacional, que su constitución soberana establece.

Y en supina arrogancia, Donald Trump no sólo se ufana de ser responsable de la violencia contra un país pacífico y laborioso como Bolivia, sino que amenaza con repetir idéntico golpe en Venezuela y Nicaragua.

En tanto, ciertos “progres” de nuestro país han inculpado a Evo Morales de su propia defenestración, otros se han hecho los “chivos con tontera” o han dirigido un guiño de aprobación al imperio.