Por ANULFO MATEO PÉREZ
Para evitar que el pueblo meditara en sus problemas y se
declarara en rebeldía, los emperadores romanos disponían entretenerlo
con pan y circo. El italiano Nicolás Maquiavelo, diplomático, filósofo y
autor de “El Príncipe”, consideraba esta práctica altamente
recomendable en la política.
Sus discípulos del pasado y presente siglo han contado con
medios de mayor capacidad de distracción, como radio, televisión,
diarios, y más reciente las redes sociales… para influir sobre la
voluntad de los gobernados.
En la década iniciada en 1930, Adolf Hitler fue convertido
en un “salvador de la Patria” alemana mediante la manipulación
psicológica de su pueblo, usando el recurso de la propaganda política.
Así, los estrategas del presidente Danilo Medina están
usando el sensible conflicto de la inmigración haitiana a nuestro
territorio, bajo su absoluto control, para concentrar la atención del
país en él.
El
propósito es acallar las críticas a la repostulación presidencial, y
sacar del debate la crisis interna del PLD, la corrupción del presente y
pasado gobierno y el juicio de Félix Bautista, entre otros temas.
La estrategia comunicacional es sacar de los espacios
mediáticos, la discusión del desempleo, salarios, salud, educación,
pobreza, inseguridad ciudadana y la infamante imposición de la
reelección presidencial.
Con la distracción tratan de frenar el descenso de los
niveles de popularidad del presidente Medina y el ascenso de sus
opositores en las preferencias del electorado, cansado de tantos
agravios peledeistas.
Develado el ardid del gobierno, se debe concentrar el “fuego
de la artillería” opositora sobre los más sensibles temas nacionales,
que no dividan a la sociedad, como lo hace la inmigración haitiana al
territorio nacional.
Raíces Radio
jueves, 26 de diciembre de 2019
La palabra empeñada
La palabra oral tuvo siempre un valor intrínsico, ceñido a preceptos
religiosos, éticos y morales, con repercusión a favor o en contra del honor de
quien se comprometía con ella en un pacto, acompañándose a veces con el ritual
de una mirada a los ojos de la contraparte y un simbólico apretón de manos.
La aparición de la escritura constituyó un hito para dar paso de la sociedad de la barbarie a la civilización, no obstante, tenemos que admitir que la palabra oral no deja de ser un elocuente dato civilizado.
Hemos escuchado de nuestros mayores, que en el pasado reciente los contratos mediante la palabra oral entre dos hombres, sin que aún existiera el estudio del ADN, sólo se acompañaba con un pelo del bigote.
“La palabra es sagrada”, se solía decir, y debía ser cumplida por encima de todas las circunstancias, y de no ser así malograba el honor de la persona que incumplía el compromiso o negaba el mismo.
Desconocer un trato, hecho mediante la palabra oral, es decir, mentir para no corresponder al acuerdo entre las partes, llevaba al repudio o a la violencia, por ser muy ofensivo para la persona defraudada.
Es de lamentar que los politiqueros hayan devaluado tanto la palabra oral, y también la escrita, mintiendo en cada acto de su vida ante los ciudadanos; usando contra el país la simulación y el engaño vil.
El maestro de la simulación y el engaño lo fue Joaquín Balaguer, quien se reeligió una y otra vez en la Presidencia, lastimando el sentir democrático de los dominicanos, testimoniado durante la tiranía de Trujillo.
La violación del presidente Danilo Medina a la palabra empeñada, en cuanto a no optar por la reelección al cargo, tiene un precio político muy alto, ante un pueblo cansado de tanta demagogia y fraudes políticos.
La aparición de la escritura constituyó un hito para dar paso de la sociedad de la barbarie a la civilización, no obstante, tenemos que admitir que la palabra oral no deja de ser un elocuente dato civilizado.
Hemos escuchado de nuestros mayores, que en el pasado reciente los contratos mediante la palabra oral entre dos hombres, sin que aún existiera el estudio del ADN, sólo se acompañaba con un pelo del bigote.
“La palabra es sagrada”, se solía decir, y debía ser cumplida por encima de todas las circunstancias, y de no ser así malograba el honor de la persona que incumplía el compromiso o negaba el mismo.
Desconocer un trato, hecho mediante la palabra oral, es decir, mentir para no corresponder al acuerdo entre las partes, llevaba al repudio o a la violencia, por ser muy ofensivo para la persona defraudada.
Es de lamentar que los politiqueros hayan devaluado tanto la palabra oral, y también la escrita, mintiendo en cada acto de su vida ante los ciudadanos; usando contra el país la simulación y el engaño vil.
El maestro de la simulación y el engaño lo fue Joaquín Balaguer, quien se reeligió una y otra vez en la Presidencia, lastimando el sentir democrático de los dominicanos, testimoniado durante la tiranía de Trujillo.
La violación del presidente Danilo Medina a la palabra empeñada, en cuanto a no optar por la reelección al cargo, tiene un precio político muy alto, ante un pueblo cansado de tanta demagogia y fraudes políticos.
Distracción como arma política
Sus discípulos del pasado y presente siglo han contado con medios de mayor capacidad de distracción, como radio, televisión, diarios, y más reciente las redes sociales… para influir sobre la voluntad de los gobernados.
En la década iniciada en 1930, Adolf Hitler fue convertido en un “salvador de la Patria” alemana mediante la manipulación psicológica de su pueblo, usando el recurso de la propaganda política.
Así, los estrategas del presidente Danilo Medina están usando el sensible conflicto de la inmigración haitiana a nuestro territorio, bajo su absoluto control, para concentrar la atención del país en él.
El propósito es acallar las críticas a la repostulación presidencial, y sacar del debate la crisis interna del PLD, la corrupción del presente y pasado gobierno y el juicio de Félix Bautista, entre otros temas.
La estrategia comunicacional es sacar de los espacios mediáticos, la discusión del desempleo, salarios, salud, educación, pobreza, inseguridad ciudadana y la infamante imposición de la reelección presidencial.
Con la distracción tratan de frenar el descenso de los niveles de popularidad del presidente Medina y el ascenso de sus opositores en las preferencias del electorado, cansado de tantos agravios peledeistas.
Develado el ardid del gobierno, se debe concentrar el “fuego de la artillería” opositora sobre los más sensibles temas nacionales, que no dividan a la sociedad, como lo hace la inmigración haitiana al territorio nacional.
domingo, 22 de diciembre de 2019
Trujillo y su heredad
Por ANULFO
MATEO PEREZ
I
Al ser
ajusticiado el tirano Trujillo (30 de mayo de 1961), sin desearlo dejó su heredad
a lo que se llama el “poder permanente”, que no está representado en el partido
ni presidente de la República de turno, sino en los sectores económicos
hegemónicos, estructuras militares, seguridad e inteligencia del Estado.
Y esto es así, porque en el nuevo estadio del
desarrollo económico y político del sistema capitalista, el poder se desdobla
en “poder permanente” y “poder temporal”; para perpetuarse se apoyan en el
Estado.
Contrario a lo generalmente aceptado, el poder
permanente ya no lo ejerce una persona; es la síntesis de una compleja,
contradictoria y dinámica interacción, así como lucha entre grupos de la clase
dominante.
Esa relación entre grupos económicos del poder
permanente y poder temporal que les representan, pugnan por imponer su
hegemonía, evidente en la lucha electoral de relevo, como ocurre en este
momento.
No obstante, durante esas sordas disputas comparten el
interés vital de garantizar la reproducción del sistema, liderado por el
variopinto capital transnacional, asentado en EE.UU, Unión Europea y Japón.
En tanto, el poder temporal es ejercido por el partido
político que en cada país ocupa el Poder Ejecutivo durante un período
determinado, en alternancia o continuidad por uno que sea pieza de la
partidocracia.
Esa dinámica está regida mediante elecciones periódicas,
Constitución y leyes, pero en países con un sistema en crisis, las reglas son manipuladas, ignoradas o descaradamente violadas a
conveniencia.
El que se exprese con firmeza contra el hegemonismo
del poder permanente y temporal será hostigado para ser cooptado; si resiste, los
“aparatos” del Estado le colocarán la “espada de Damocles” sobre su cabeza.
II
Desplazado Trujillo
del poder por la oligarquía y el imperio, estos retomaron el control absoluto
del país (reprentados en el Consejo de Estado), pero Juan Bosch en
una jugada política se granjeó la simpatía de los trujillistas (capas bajas de
la población rural y urbana), ganando las elecciones del 20 de diciembre de
1962.
El 25 de septiembre
de 1963, Bosch era derrocado por un golpe de Estado oligárquico, bajo la
dirección de EE.UU, previa campaña frontal de la Iglesia Católica contra él, que
le acusaba de comunista.
Luego, con gran
voracidad, grupos económicos hegemónicos del poder permanente, iniciaron el
robo del patrimonio del Estado, que Trujillo había acumulado como propio
durante 31 años de dictadura.
La insurrección constitucionalista
(24 de Abril de 1965), que se proponía el retorno de Bosch a la Presidencia (y
como respuesta de EE.UU a la derrota del poder temporal), fue sofocada con 42
mil marines.
Con apoyo imperial,
ascendió el dictador ilustrado Joaquín Balaguer; 12 años de persecución y
muerte contra sus opositores, y luego 10 años más, separado uno y otro por ocho
años de un PRD derechizado.
Para garantizar su continuismo
en el poder, el cortesano de la “Era de Trujillo” resistió a los grupos
económicos y el patrimonio del Estado le sirvió para su gestión gubernamental y de asistencialismo.
La oleada neoliberal
abrió las fauces de esos grupos del gran capital y de connotados dirigentes del
PLD, que durante casi 20 años en el poder se han apropiado de una buena parte del
patrimonio público.
Ahora, con el
“desguañangue” del PLD-gobierno-FP-sistema, el PRD de nuevo cuño (PRM), un
símil del doctor Merengue, apuesta volver al poder tras su triste período de la
“España Boba” (2000-2004).
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