Raíces Radio

jueves, 8 de noviembre de 2018

Un barril de polvora

Por ANULFO MATEO PÉREZ

Carestía de alimentos, medicamentos falsificados y caros, impunidad, privilegios, desempleo, inseguridad, inequidad, saqueo de los recursos del Estado, quiebra de los servicios públicos, autoritarismo… constituyen una mezcla inflamable y peligrosa como la compuesta por nitrato de potasio, azufre y carbón.

Los citados elementos constituyen la pólvora, contenida en un enorme barril llamado República Dominicana, y sobre el cual estamos todos inocentemente sentados, ricos y pobres, gobernantes y gobernados.

Pero además, la peligrosa carga que usamos como incómodo asiento, está dotada de una fina e inapagable “mecha rápida”, que le ayudaría a estallar si surge una “traviesa e inoportuna” chispita abrileña.

Las ollas de presión tienen una válvula de escape para evitar la explosión interior, por lo que a nadie se le ocurriría sellar la salida de los gases y el calor contenido en la misma sin arriesgarse al estallido.

Las elecciones del 15 de mayo de 2016 serán una válvula de escape para expresar de forma democrática voluntades ante tantas tensiones y frustraciones; echárselas en un bolsillo sería jugar con pólvora.

La Junta Central Electoral (JCE), el Tribunal Superior Electoral (TSE), el Tribunal Constitucional (TC), no son organismo garantes de la institucionalidad ni de un proceso comicial transparente.

El Poder Ejecutivo, Congreso Nacional y Poder Judicial andan agarraditos de las manos entonando la ronda del “Matarile, rile, rile…”, y no es un secreto cuál es el “paje” que desean reelecto en la presidencia.

La rebelión es el último recurso de los pueblos, cuando las rutas institucionales y pacíficas para lograr los cambios, han sido clausurada por la violencia y negación de derechos de parte del Estado, “Matarile, rile, ron”.

domingo, 4 de noviembre de 2018

Pobrecita GoldQuest

ANULFO MATEO PÉREZ

La pobrecita GoldQuest está muy deprimida, porque según afirma su presidente Bill Fisher, ante la incertidumbre en que se encuentra el proyecto de oro El Romero en la provincia San Juan, tendrá que irse a otro lado a invertir sus millones y valiosos aportes comunitarios, donde serán mejor valorados.

Es una pena, que los dominicanos y en particular los sanjuaneros, no entiendan que la explotación del oro en el corazón de sus montañas tiene un gran valor económico para Fisher y sus colegas accionistas.

El “pretexto” de que el río San Juan y afluentes se extinguirían, sin dudas serían redimidos unos cuantos millones de años después; en tanto, él procuraría la visa de residencia para todos irnos a vivir a Canadá.

Aunque tengo mis dudas de que en ese país, con 9 millones 984 mil 670 kilómetros cuadrados, deseen que gente envenenada hasta los tuétanos ni siquiera se aproxime a sus fronteras a “fuñir la paciencia”.

Se puede advertir en mister Fisher un tantito de enojo, quizá porque Danilo Medina no se decide de una vez a otorgarle el permiso para subir con sus infernales máquinas a extraer el oro de El Romero.

Se queja de que la Gold ha invertido 40 millones de dólares para “descubrir” el tesoro y ahora los agricultores, ganaderos y pobladores –desde luego, por su ignorancia- dicen que “el agua vale más que el oro”.

Tamaño despropósito. Él, que había dispuesto invertir otros 19 millones de los olorosos para el proceso de evaluación ambiental, dice irá con su música a otro lado “para desplegar su efectivo y experiencia”.

El asunto va tan en “serio”, que pese a que Fisher ama tanto a nuestro cálido país, sobre todo a El Romero, -donde pernocta casi todo el tiempo-, con pesar reducirá el personal de la Gold de 180 al mínimo.