Por ANULFO MATEO PÉREZ
Carestía de alimentos, medicamentos falsificados y caros, impunidad,
privilegios, desempleo, inseguridad, inequidad, saqueo de los recursos del
Estado, quiebra de los servicios públicos, autoritarismo… constituyen una mezcla
inflamable y peligrosa como la compuesta por nitrato de potasio, azufre y
carbón.
Los citados elementos constituyen la pólvora, contenida en un enorme barril
llamado República Dominicana, y sobre el cual estamos todos inocentemente
sentados, ricos y pobres, gobernantes y gobernados.
Pero además, la peligrosa carga que usamos como incómodo asiento, está dotada
de una fina e inapagable “mecha rápida”, que le ayudaría a estallar si surge una
“traviesa e inoportuna” chispita abrileña.
Las ollas de presión tienen una válvula de escape para evitar la explosión
interior, por lo que a nadie se le ocurriría sellar la salida de los gases y el
calor contenido en la misma sin arriesgarse al estallido.
Las elecciones del 15 de mayo de 2016 serán una válvula de escape para
expresar de forma democrática voluntades ante tantas tensiones y frustraciones;
echárselas en un bolsillo sería jugar con pólvora.
La Junta Central Electoral (JCE), el Tribunal Superior Electoral (TSE), el
Tribunal Constitucional (TC), no son organismo garantes de la institucionalidad
ni de un proceso comicial transparente.
El Poder Ejecutivo, Congreso Nacional y Poder Judicial andan agarraditos de
las manos entonando la ronda del “Matarile, rile, rile…”, y no es un secreto
cuál es el “paje” que desean reelecto en la presidencia.
La rebelión es el último recurso de los pueblos, cuando las rutas
institucionales y pacíficas para lograr los cambios, han sido clausurada por la
violencia y negación de derechos de parte del Estado, “Matarile, rile, ron”.
Raíces Radio
jueves, 8 de noviembre de 2018
domingo, 4 de noviembre de 2018
Pobrecita GoldQuest
La
pobrecita GoldQuest está muy deprimida, porque según afirma su presidente Bill
Fisher, ante la incertidumbre en que se encuentra el proyecto de oro El Romero
en la provincia San Juan, tendrá que irse a otro lado a invertir sus millones y valiosos aportes comunitarios, donde serán mejor valorados.
Es
una pena, que los dominicanos y en particular los sanjuaneros, no entiendan que
la explotación del oro en el corazón de sus montañas tiene un gran valor
económico para Fisher y sus colegas accionistas.
El
“pretexto” de que el río San Juan y afluentes se extinguirían, sin dudas serían
redimidos unos cuantos millones de años después; en tanto, él procuraría la
visa de residencia para todos irnos a vivir a Canadá.
Aunque
tengo mis dudas de que en ese país, con 9 millones 984 mil 670 kilómetros cuadrados, deseen que gente envenenada hasta los tuétanos ni
siquiera se aproxime a sus fronteras a “fuñir la paciencia”.
Se
puede advertir en mister Fisher un tantito de enojo, quizá porque Danilo Medina
no se decide de una vez a otorgarle el permiso para subir con sus infernales máquinas
a extraer el oro de El Romero.
Se
queja de que la Gold
ha invertido 40 millones de dólares para “descubrir” el tesoro y ahora los
agricultores, ganaderos y pobladores –desde luego, por su ignorancia- dicen que
“el agua vale más que el oro”.
Tamaño
despropósito. Él, que había dispuesto invertir otros 19 millones de los
olorosos para el proceso de evaluación ambiental, dice irá con su música a otro
lado “para desplegar su efectivo y experiencia”.
El
asunto va tan en “serio”, que pese a que Fisher ama tanto a nuestro cálido país,
sobre todo a El Romero, -donde pernocta casi todo el tiempo-, con pesar
reducirá el personal de la Gold
de 180 al mínimo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)