Raíces Radio

domingo, 14 de octubre de 2018

Subjetividad y lucha social

El movimiento social ha logrado un ascenso sostenido frente a las malas acciones del gobierno y el gran empresariado, que entregan los recursos naturales a transnacionales que lastiman el medio ambiente y el interés popular, sobre todo contra la carestía de la vida y la corrupción propiciada desde el poder.

Es muy evidente como se han deteriorado los servicios públicos que debe facilitar el Estado, como son los de la salud, la educación (pese a la propaganda de la “Revolución Educativa”) y el transporte público.

Se aprecia la inseguridad ciudadana; los casos escalofriantes de feminicidios, el acoso y abuso infantil, la corrupción estatal, así como la impunidad propiciada por una justicia venal al servicio del PLD y el gobierno.

Los sectores afectados por los que detentan el poder y sus antecesores no sólo se movilizan contra la pobreza y las injusticias, sino que expresan un mayor nivel de conciencia política y capacidad de lucha.

Marcha Verde es un buen ejemplo de no limitar las demandas a reivindicaciones económicas, sino también contra la corrupción que se propicia desde el Estado y el emplazamiento a que se haga justicia.

En ciernes está la lucha por el incremento salarial de los trabajadores privados y públicos, demandas por un mejor servicio del transporte para llegar y regresar del trabajo, como a los centros de estudios.

Se puede palpar la sumatoria de los sectores medios de la sociedad, de los obreros, trabajadores por cuenta propia, estudiantes, profesionales, campesinos y religiosos... presentes en la Marcha Verde.


El auge de la subjetividad del movimiento social y político, las contradicciones del poder, su evidente dispersión, nos anuncia, como decía Antonio Gramsci, una crisis de hegemonía política y la caída estrepitosa del presente gobierno y partido oficial.