Raíces Radio

sábado, 28 de octubre de 2017

Marcha Verde en ascenso

Por ANULFO MATEO PÉREZ

Si hoy podemos apreciar el desarrollo incontenible del movimiento Marcha Vede por el cese de la corrupción y la impunidad, es porque este ha ido asumiendo la “pluralidad de la conciencia” para ese fin y reencausando la lucha por metas superiores, como son los cambios profundos en la sociedad dominicana.

A la movilización social contra el robo del erario por el funcionariado estatal y el capital parasitario, se han ido sumando las protestas de organizaciones populares y profesionales por sus reivindicaciones.

Estamos ante actores sociales que entienden que sólo la lucha firme y unitaria por los derechos ciudadanos, es la garantía de un cambio de rumbo de nuestro país hacia un pleno ejercicio democrático.

El ascenso cualitativo del movimiento social se aprecia por los niveles de conciencia cada vez más creciente de que hay que desmontar esta justicia podrida que nos lacera y conformar una Constituyente popular.

La creación de órganos que aprueben leyes y las apliquen garantizando los derechos de todos los ciudadanos por igual, que castiguen la corrupción, la impunidad, y por una Constitución del pueblo y para el pueblo.

Ahora se impone luchar sin descanso contra el caos institucional, mafias político-corporativas, inseguridad ciudadana, desempleo, ignorancia, insalubridad, chantaje oficial, clientelismo político y el sicariato.

Este “domingo verde”, con movilizaciones simultáneas en todo el país, demuestra el deseo del pueblo dominicano de terminar con este sistema de mafias partidocráticas que roban y matan con impunidad.


Esta presencia verde a nivel nacional es una voz de alto a las acciones de este y otros gobiernos, a los sobornos y sobrevaluaciones de Odebrecht, y a otros “tumbes” al pueblo, “que nunca se habían dado”.

domingo, 22 de octubre de 2017

La violencia del poder

Por ANULFO MATEO PÉREZ

El poder político puede ejercerse para bien o para mal, partiendo del concepto que se tenga de él y los fines para los cuales se ostenta; si se apoya sólo en las superestructuras del Estado de que se trate, o si se conjuga con la voluntad y acciones transformadoras del pueblo, que es para quien se debe gobernar.

Los “líderes” que están ejerciendo el poder en el Legislativo, el Judicial y el Ejecutivo, nada hacen para responder en lo absoluto a las necesidades de las grandes mayorías, sólo se representan a sí mismos.

Por lo demás, carecen de la educación que deben estructurar hogares funcionales, para forjar buenos ciudadanos, para respetar los derechos de los demás, el bien común y poseer la pericia y empatía política.

Esos llamados “lideres” no conocen el arte de saber escuchar y entender a los demás; no les interesa ponerse en el lugar de las mayorías; les importa un comino los problemas del pueblo y el deseo de superarlos.

Lo que aprecio en el poder políticos del peledeismo son a sujetos colmados de ambiciones, revanchismos y pasiones; apoyados en la fuerza para someter al pueblo dominicano a los más cruentos rigores de la vida.

Un poder usurpado al servicio del envilecimiento, el enriquecimiento ilícito, irrespeto a las normas de convivencia civilizada; el crimen, tráfico de influencia, chantaje, nepotismo y el caos generalizado.

Y esa violencia está vinculada a las acciones de la clase gobernante, a su ideología y abusos ejercidos desde el poder, generando desigualdades socioeconómicas, exclusiones y discriminaciones.

Entonces es compresible, que Marcha Verde sea la respuesta convergente a esa manifiesta coerción desde el poder, que daña a los pobres y a la clase media; que les niega el derecho al bienestar y sobrevivencia.