Raíces Radio

domingo, 1 de mayo de 2022

Cerebro y musicoterapia

Por ANULFO MATEO PEREZ

I

Investigadores del Centro de Neurociencias de Cuba, han podido determinar que escuchar música repercute de manera favorable en la neuroplasticidad, condición que expresa la probada capacidad del cerebro de generar crecimiento de nuevas conexiones y la creación de nuevas neuronas.

Estudios de neuroimágenes realizados en personas de la tercera edad que han sufrido alguna enfermedad cerebral, han permitido observar el desarrollo alcanzado en el estudio del cerebro y sus conexiones interneuronales.

A estos conceptos de reputados neurocientíficos cubanos y de otras latitudes, les anteceden las opiniones del filósofo griego Platón, quien afirmara que la música era para el alma, lo que la gimnasia es para el cuerpo.

Al respecto, se conoce el “efecto Mozart” y su impacto en las personas; se asegura que escuchar música de forma habitual, sobre todo de Mozart, ayuda a desarrollar la inteligencia, vinculada a factores genéticos.

Cuando los bebés, niños y niñas escuchan música de Mozart de forma programada, podría propiciarles beneficios cognitivos, como sucede con la terapia musical a los adultos y a pacientes con daño cerebral.

En investigaciones recientes se ha podido precisar que los músicos dedicados a esa actividad tienen una mayor simetría entre los dos hemisferios cerebrales y también que el tamaño de su cerebelo es superior.

Se ha podido apreciar que esos músicos exhiben concentraciones más elevadas de materia gris en áreas motoras, auditivas y visuoespaciales, todas ellas implicadas en la producción y percepción de la música.

El Grupo de Investigación sobre Historia, Arte y Medicina de Cuba, mediante un estudio, demostró el desarrollo alcanzado en el cerebro mediante la musicoterapia, lo que ratificó la validez de este concepto.

II

El otorrinolaringólogo francés Alfred Tomatis en su obra “Pourquoi Mozart?” (¿Por qué Mozart?) y luego Don Campbell, quien popularizó el término mediante su libro “The Mozart Effect”, fueron puntos de partida para que el concepto del “Efecto Mozart” comenzase a ser tema de investigación.

A partir de los años ochenta y noventa del pasado siglo, revistas de carácter científico de todo el mundo se interesaron en investigar lo relacionado al tema de la musicoterapia y la importancia de las notas musicales.

Como sabemos, la música clásica es la corriente musical que se basa y apreciamos sobre todo en la producida o derivada de las tradiciones de la litúrgica y secular de Occidente, principalmente en Europa Occidental.

En el estudio riguroso de la producción de Wolfgang Amadeus Mozart podemos notar que en su gran mayoría, contiene notas agudas, de hecho, es el compositor que más notas agudas utiliza en sus obras más trascendentes.

Estas notas están situadas en el pentagrama y por supuesto en el registro alto en cantantes, como en casos de voces femeninas, y también en instrumentos como las flautas, oboes, violines y las trompetas.

Precisamente, estas notas agudas son las que contienen la energía que necesita el cerebro para recargarse y estimular ciertas áreas del mismo que ninguna otra música puede hacer, además de calmar o estimular.

Los estudios realizados por expertos han demostrado que esas notas agudas son las que más estimulan el movimiento y el ritmo cardíaco del bebé, incluso en el útero, algo verdaderamente sorprendente.

Estoy convencido, incluso en el orden personal, que la música es el estimulante por excelencia para una vida feliz; sin ella no desarrollaríamos las buenas aptitudes que cada uno de nosotros poseemos.