Raíces Radio

viernes, 21 de enero de 2022

Envejecer saludable


 Por ANULFO MATEO PEREZ

I

La variante B.1.1.529 ómicron, que se propaga rápidamente por el mundo en la quinta ola del coronavirus produce en las personas un cuadro clínico caracterizado por dolor de garganta, tos seca, estornudos, congestión nasal, fatiga, fiebre, malestar muscular y de cabeza, mientras el paciente conserva el olfato y el gusto.

El cuadro clínico citado precedentemente también es el mismo del contagio de la influenza, por lo que hay que evitar auto diagnosticarse, auto medicarse y acudir de inmediato al médico para exámen y prueba PCR.

Las infecciones de referencia son entidades respiratorias muy contagiosas, por virus muy distintos, y en la influenza las molestias se diferencian en que suelen ser más leves y superadas a más corto tiempo.

Durante esta pandemia por coronavirus, los más expuestos son los envejecientes, por hipertensión, diabetes mellitus o cualquier condición donde predomine la condición inmunodeprimida.

Pese a la pandemia por Covid-19, con más de 5 millones de fallecidos por esa causa, la Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que entre 2020 y 2030, el número de mayores aumentará en un 34%.

En la actualidad, el número de personas de 60 años o más supera al de niños menores de 5 años. Se estima que para el 2050, el número de personas de 60 años o más será superior al de adolescentes y jóvenes de 13 a 24 años de edad.

Asimismo, se percibe que en 2050, el 65% de las personas mayores vivirá en los países de ingresos bajos y medianos y que la pauta de envejecimiento de la población es mucho más rápida que en el pasado.

Los expertos plantean que todos los países se enfrentan a retos importantes para garantizar que sus sistemas sanitarios y sociales estén preparados para afrontar ese cambio demográfico en perspectiva.

II

En todo el planeta, las personas viven más tiempo que antes y según las estadísticas, en la actualidad, la mayor parte de la población tiene una esperanza de vida igual o superior a los 60 años, presentándose un incremento en la cantidad y proporción de personas mayores en este grupo etareo.

Esto significa que en el año 2030, una de cada seis personas en el mundo tendrá 60 años o más, para entonces el grupo de población que alcance esa edad o más, habrá subido de 1,000 millones en 2020 a 1,400 millones.

Los mismos estudios precisan que en el año 2050, la población mundial de personas en esa franja de edad se habrá más que duplicado, es decir que crecería hasta alcanzar 2,100 millones de seres humanos.

También se estima que el número de personas de 80 años o más se triplique entre 2020 y 2050, hasta alcanzar los 426 millones de este grupo de envejecientes, y a las condiciones de salud que acarrea.

Este cambio en la población de los países hacia edades más avanzadas, es decir en vía de envejecimiento de ese grupo, tuvo sus inicios en los países de ingresos altos, como es el ejemplo de Japón.

En este país asiático, el 30% de la población ya tiene más de 60 años de edad, no obstante, los cambios más importantes en la actualidad se están observando en los países de ingresos bajos y medianos.

Se considera que para el año 2050, dos tercios de la población mundial de más de 60 años vivirán en países de ingresos bajos y medianos, lo que debe ser tomado en cuenta por los estados con esta población.

Es un verdadero reto enfrentar el crecimiento de envejecientes, en cuanto a ese grupo etario que cruza los 60 años, porque llegado ese momento se avecinan a la desvinculación laboral y se incrementan los gastos para garantizar su salud.

III

Sabemos que el envejecimiento es el resultado de daños moleculares y celulares al pasar el tiempo, así como a estilos de vida no saludables, lo que conduce a una disminución gradual de capacidades físicas y mentales, y es cuando se presentan mayores riesgos para la existencia e inexorablemente la muerte.

Sin embargo, debo aclarar que esos cambios involutivos no son lineales ni uniformes, y su vinculación con la tercera edad es relativa, por lo que la diversidad que apreciamos en la vejez no es al azar.

El proceso de envejecimiento está vinculado también a transiciones importantes como la garantía de una justa y oportuna jubilación, vivienda, y al impacto de la muerte de parejas, familiares y amigos.

Con la vejez puede llegar el temblor esencial, pérdida o disminución de la agudeza visual y auditiva, dolores de espalda y cuello, osteoartritis, neumopatías obstructivas crónicas, diabetes, depresión y demencia.

También, síndromes geriátricos, fragilidad, incontinencia urinaria, accidentes domésticos, estados delirantes y las úlceras de decúbito por presión, al mantener una misma posición durante el descanso prolongado.

Una mayor esperanza de vida es posible, siempre que se emprendan nuevas actividades o retomando antiguas aficiones, dejando a un lado de que las personas mayores son una carga para la sociedad.

La Asamblea General de la ONU declaró el período 2021-2030 como la Década del Envejecimiento Saludable y solicitó a la OMS que se encargara de liderar las acciones para el alcance de esta importante meta.

La Década citada, es un proyecto de colaboración a nivel planetario que compromete aunar esfuerzos de los gobiernos y estados, de profesionales, del mundo académico, medios de comunicación, es decir, de toda la sociedad.