Raíces Radio

sábado, 27 de abril de 2013

Los riesgos del Presidente


Por ANULFO MATEO PÉREZ

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Las transnacionales que roban nuestras riquezas, como lo hace la Barrick Gold, no operan de forma solitaria. Son parte de la corporatocracia, quien a su vez se auxilia de la CIA y entidades de la naturaleza de la USAID, para asegurar sus intereses en países vulnerables a sus acciones de rapiña.

Es demostrable el papel de los gánsteres económicos (GE) y “chacales”. Ellos se encargan de las acciones directas contra los presidentes y, si logran la colaboración de estos, pasan a controlar el país de que se trate.

Tienen su centro de mando en el corazón del imperio y mecanismos de coerción inimaginables. Deciden en el Departamento de Estado, Banco Mundial, BID, FMI… para trazar el rumbo e imponer su modelo privatizador.

En la década de 1990, cuando John Perkins era un connotado GE, le ofrecieron la presidencia de la Compañía Boliviana de Energía Eléctrica (COBEE). Le prometieron convertirlo en el hombre más importante de Bolivia, después del Presidente.

Así, podría controlar el flujo de electricidad tanto en el palacio de gobierno, como en las bases militares, apoyado por la CIA, si decidían dar un golpe de Estado.

La compra de Placer Dome con sus activos por la Barrick Gold, la variación del contrato y los tejemanejes de esa multinacional para quedarse con el oro dominicano, es parte de la historia narrada.

El ex presidente Leonel Fernández y su entorno más íntimo deben responder por la renegociación leonina firmada con la Barrick Gold, y por qué variaron el contrato firmado con Placer Dome.

En tanto la Barrick Gold se lleva nuestro oro, las promesas del presidente Medina y el “plazo prudente” se convierten en bumerán, incrementándose los riesgos contra él. No olvidar que también para el pueblo, “la paciencia tiene un límite”.

28/Abril/2013.

viernes, 26 de abril de 2013

Los soplones de la CIA

Por ANULFO MATEO PÉREZ

Luego de la filtración de los cables diplomáticos de WikiLeaks, los halcones del imperio se sienten muy preocupados por la suerte que puedan correr los soplones que le sirven en todo el mundo.

Lucen tan desesperados de que algo suceda a sus colaboradores, que han ayudado a reubicar a varios de ellos en lugares más seguros, según cuenta el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley.

Admite Crowley, que las personas potencialmente en riesgo abarcan desde representantes de la sociedad civil, periodistas, hasta funcionarios que les han proporcionado información.

Esto me hace recordar a la británica Frances Stonor Saunders, la autora del libro “La CIA y la guerra fría cultural”, quien analiza el programa secreto de propaganda cultural de la agencia.

Ese programa no se limitaba a recibir informaciones sensibles, sino que buscaba apartar a la intelectualidad europea de su prolongada fascinación por el marxismo y el socialismo.

Estaba dirigido a influir en los intelectuales y al resto de la sociedad para que conceptualizaran todo lo que ocurría en el mundo más de acuerdo con el “concepto americano”

El “Congreso por la Libertad de la Cultura”, fue la organización eje de esa campaña encubierta, montada por el agente de la CIA Michael Josselson, entre 1950 y 1976.

Esa entidad al servicio de la CIA tuvo oficinas en 35 países, contó con docenas de personas contratadas, publicó artículos en más de veinte revistas de prestigio y organizó exposiciones de arte.

Además, contaba con su propio servicio de noticias y de artículos de opinión, organizó conferencias del más alto nivel y recompensó a los músicos y otros artistas con premios y actuaciones públicas.

Sospecho que ese programa no fue sólo para Europa, ni mucho menos que haya cesado.

Enero/2011.

domingo, 21 de abril de 2013

Las fotos de Trujillo

Por ANULFO MATEO PÉREZ

Cuando me inicié formalmente en la escuela pública, papá había tomado la previsión de que me alfabetizaran antes, recibiendo clases particulares en una escuelita que tenía un solo maestro: don José Díaz. 

El maestro Díaz, con viejos espejuelos correctores, el pelo como copo de algodón, encorvado y en su delgadez, era conocido y temido en la escuelita por su extrema rectitud.

En ese afán por mi educación, a prima noche papá tomaba el periódico El Caribe y me pedía que identificara vocales y consonantes; lo hacía para ver si yo aprendía en la escuelita de don José.

Esa práctica me asoció al diario, donde trataba de leer al menos los titulares. De paso, en mi ingenuidad, recortaba de las ediciones viejas, las fotos de Trujillo, y las coleccionaba.

Ya para la época, coleccionaba, además, las postalitas de peloteros de Grandes Ligas, del béisbol invernar dominicano, sellos de correos e historietas (paquitos, pipás, muñequitos, como se les conocían).

Papá, que era antitrujillista (condición que desconocía en lo absoluto), se mostraba en apariencia indiferente a lo que yo hacía con las tijeras y las fotos de Trujillo.

Transcurría el 1956, vivíamos en San Juan de la Maguana, frente a la fortaleza, y altos oficiales y calieses visitaban a papá, atraídos por los gallos de pelea que tenía en el fondo del patio.

Un día, para mi sorpresa, lo encuentro quemando lo que quedaba de El Caribe, luego de yo darle tijeras por todas partes.

(Por el culto a la personalidad y a la megalomanía de Trujillo, sus fotos aparecían en el anverso y reverso de muchas hojas del diario).

Después me enteré, que papá quemaba lo que quedaba de El Caribe, porque cuando yo cortaba las fotos, en el reverso de la hoja y con frecuencia, “cercenaba” la cabeza del Jefe… 

1/Septiembre/2012.

Los riesgos del Presidente

Por ANULFO MATEO PÉREZ

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La ingenuidad política lleva a pensar que “las cosas han cambiado mucho” en el mundo, y que la “corporatocracia” y el Tío Sam ya no propician sobornos, intimidación y golpes de Estado sin o con magnicidio. La constelación de hechos históricos en Latinoamérica dice todo lo contrario:

Presidentes derrocados (algunos asesinados): Jacobo Arbenz (Guatemala, 1954), Juan Bosch (RD, 1963), João Goulart (Brasil, 1964), Salvador Allende (Chile, 1973), Jaime Roldós (Ecuador, 1981), Omar Torrijos (Panamá, 1981), Hugo Chávez (Venezuela, 2002), Manuel Zelaya (Honduras, 2009)…

Por rechazar el chantaje de la “corporatocracia”, Chávez fue objeto de un golpe de Estado. 

El presidente ecuatoriano Lucio Gutiérrez prefirió la traición a su pueblo.

Lo narrado por John Perkins en su libro “La historia secreta del imperio americano”, sobre la confesión de un “chacal”, es ilustrativo:

“Entré en el despacho del presidente dos días después de que fuera elegido y le felicité.

Estaba sentado detrás de un gran escritorio y me sonreía como el gato de Cheshire.

Introduje mi mano izquierda en el bolsillo de mi chaqueta y dije: “Señor presidente, aquí tengo unos doscientos millones de dólares para usted y su familia, en caso de que quiera seguir el juego, ya sabe, ser amable con mis amigos que dirigen las compañías petrolíferas, tratar bien a su Tío Sam”. Luego me acerqué a él, introduje la mano derecha en el otro bolsillo, me incliné sobre su cara y susurré: “Aquí tengo una pistola y una bala con su nombre, en caso de que decida cumplir sus promesas electorales”.

Me alejé, me senté y le recité una pequeña lista de presidentes asesinados o derrocados por haber desafiado a su Tío Sam: desde Diem a Torrijos. Ya conoce la rutina.

Captó el mensaje”.

20/Abril/2013.