Raíces Radio

sábado, 26 de marzo de 2022

Cinismo y arrogancia


 Fecha de publicación en El Nacional:

I

Por ANULFO MATEO PEREZ

El imperio estadounidense, que de forma cínica habla de libertad, democracia y derechos humanos impuso a sangre y fuego las dictaduras de Rafael Trujillo, Fulgencio Batista, François Duvalier, Alfredo Stroessner, Anastacio Somoza, Augusto Pinochet… y pese a ello, pretende darle lecciones democráticas a Cuba. 

¿Quién interviene nuestros países con tropas militares, agencias de inteligencia y organismos multilaterales de pacotilla, como la OEA, para someter a la barbarie a nuestros pueblos? ¿Cuba o EE.UU? 

¿Quién derroca gobiernos democráticos, porque no les sirven a sus intereses, como los encabezados por Juan Bosch en nuestro país y al médico-cirujano socialista chileno Salvador, Guillermo Allende Gossens?

 ¿Quién colocó bombas en aviones de los presidentes Omar Torrijos (31 de julio, 1981), y Jaime Roldós Aguilera, su esposa Martha Bucaram, y tripulantes (24 de mayo, 1981), poniendo fin a sus vidas? ¿Cuba o EE.UU? 

 ¿Quién financió al confeso terrorista Luis Posada Carriles, para que colocara una bomba en el avión cubano, que despegó de Barbados, 6 de octubre, 1976, muriendo 73 personas? ¿Cuba o EE.UU? 

 ¿Quién saquea en los países del Tercer Mundo nuestro oro, bauxita, ferro-níquel, litio, plata, cobre, plomo… y encabeza la contaminación y destrucción de nuestro medio ambiente? ¿Cuba o EE.UU? A todas esas interrogantes hay una sola respuesta: 

El imperio estadounidense, el amo del mundo, es responsable de esos hechos abominables, y aun así pretende dar lecciones democráticas a Cuba. Ante el bloqueo económico, comercial y financiero de EE.UU. 

Cuba se mantiene firme, imbatible; no sólo por las convicciones revolucionarias de su pueblo, sino por la solidaridad en todo el mundo. El bloqueo, más temprano que tarde, tendrá que terminar. 

II

El imperio estadounidense, que de forma cínica habla de libertad, democracia y derechos humanos impuso a sangre y fuego las dictaduras de Rafael Trujillo, Fulgencio Batista, François Duvalier, Alfredo Stroessner, Anastacio Somoza, Augusto Pinochet… y pese a ello, pretende darle lecciones democráticas a Cuba.

¿Quién interviene nuestros países con tropas militares, agencias de inteligencia y organismos multilaterales de pacotilla, como la OEA, para someter a la barbarie a nuestros pueblos? ¿Cuba o EE.UU?

¿Quién derroca gobiernos democráticos, porque no les sirven a sus intereses, como los encabezados por Juan Bosch en nuestro país y al médico-cirujano socialista chileno Salvador, Guillermo Allende Gossens?

¿Quién colocó bombas en aviones de los presidentes Omar Torrijos (31 de julio, 1981), y Jaime Roldós Aguilera, su esposa Martha Bucaram, y tripulantes (24 de mayo, 1981), poniendo fin a sus vidas? ¿Cuba o EE.UU?

¿Quién financió al confeso terrorista Luis Posada Carriles, para que colocara una bomba en el avión cubano, que despegó de Barbados, 6 de octubre, 1976, muriendo 73 personas? ¿Cuba o EE.UU?

¿Quién saquea en los países del Tercer Mundo nuestro oro, bauxita, ferro-níquel, litio, plata, cobre, plomo… y encabeza la contaminación y destrucción de nuestro medio ambiente? ¿Cuba o EE.UU?

A todas esas interrogantes hay una sola respuesta: El imperio estadounidense, el amo del mundo, es responsable de esos hechos abominables, y aun así pretende dar lecciones democráticas a Cuba.

Ante el bloqueo económico, comercial y financiero de EE.UU. Cuba se mantiene firme, imbatible; no sólo por las convicciones revolucionarias de su pueblo, sino por la solidaridad en todo el mundo. El bloqueo, más temprano que tarde, tendrá que terminar.

domingo, 20 de marzo de 2022

¿Qué es la Epilepsia?

 


Por ANULFO MATEO PEREZ

I

La Epilepsia es un trastorno neurológico cuya causa está relacionada con el aumento de la actividad eléctrica de las neuronas en alguna zona del cerebro, por lo que la persona afectada puede sufrir convulsiones o movimientos corporales incontrolados de forma repetitiva, conocido como “ataque epiléptico”.

El término epilepsia proviene del griego ¨epilambaneim¨, que significa sorpresa, ataque, apoderarse de o caerse sobre sí mismo y en población menos instruida es conocido como “gota coral”.

Para precisar el diagnostico deben realizarse estudios de imagen y electroencefalografía; conocer la historia de los ataques, lo cuales expresan cambios breves y repentinos de la   actividad cerebral.

Los tipos de crisis epilépticas son variables, según la zona del cerebro donde se inician las descargas y forma de su propagación, con síntomas transitorios, como ausencias o pérdidas de la conciencia.

El paciente puede presentar movimientos involuntarios de párpados, cabeza u otra parte del cuerpo, pérdida breve de los sentidos, como la visión, audición, gusto, humor, de la función mental y desorden de la cognición.

Entre las afecciones cognitivas más comunes asociadas a la Epilepsia se encuentran déficit en el aprendizaje, de la atención e hiperactividad, disminución de la atención y reducción en la velocidad de procesamiento.

La falta de atención especializada al paciente durante la niñez, adolescencia o en la adultez puede provocar discapacidad intelectual, por lo que ante esas circunstancias debe ser asistido por el especialista.

Es importante el historial del paciente; sus antecedentes personales y familiares, posibles hábitos tóxicos, como el consumo de alcohol, tabaco, café; actividades sociales o laborales, patrón de sueño, entre otros.

II

La Epilepsia, no es más que la aparición de actividad eléctrica anormal en la corteza cerebral;  tiene diversas causas, las cuales concurren desde la genética (hereditaria), hasta las infecciones del Sistema Nervioso Central, como es el absceso cerebral, meningitis, encefalitis y VIH-Sida, y debe ser diagnosticada y tratada oportunamente.

A las anteriores causas de Epilepsia, se suman los tumores cerebrales, malformaciones arteriovenosas, de la corteza cerebral e infartos o hemorragias cerebrales, lesiones postraumáticas, entre otras.

También pueden causar Epilepsia los trastornos metabólicos, presentes al nacer, lo que precisa una asistencia oportuna, siempre que se conozca la historia de los padres, para evitar complicaciones.

Es conveniente aclarar que las convulsiones y contracciones musculares anormales, pueden presentarse por otras causas como la abstinencia al alcohol y a medicamentos potencialmente adictivos.

Entre los fármacos conocidos se encuentran el fenobarbital, clonazepam, Diazepam (a veces auto medicados y suspendidos bruscamente), así como la cocaína, heroína, anfetaminas, entre otras sustancias psicoativas.

La Epilepsia puede ser diagnosticada a cualquier edad, pero se ha observado que presenta mayor incidencia entre los 5 y 20 años y en mayores de 60, entrada la tercera edad.

Es importante que el especialista ayude al paciente y a los familiares a conocer las características de este padecimiento y las medidas generales para prevenir las crisis y los posibles accidentes al presentarlas.

Es una regla de oro acudir a las citas con el médico que le asiste, ser puntual en la toma de los medicamentos, evitar luces intermitentes o brillantes, uso de alcohol, y debe dormir entre 7 a 8 horas en las noches. 

III

La Epilepsia es clasificada en convulsiones focales (parciales); afectan solo parte del cerebro, y las convulsiones generalizadas, que lo afectan en su totalidad; en el caso de una crisis epiléptica focal o parcial, hay a su vez tres tipos.

1. La crisis parcial simple, esta ocurre cuando se presenta una alteración de la memoria, el movimiento y las sensaciones; es posible que la persona permanezca alerta y sepa qué está ocurriendo.

2. La crisis parcial compleja es la más frecuente y es aquella en la que la persona pierde el conocimiento, con repetición convulsiva; el afectado puede no tener conciencia de la convulsión.

Y 3, la crisis parcial, que desemboca en generalizada al afectar el resto del cerebro y los movimientos propios de esta, lo que debe diferenciarse de las crisis generalizadas del gran mal.

Entre las crisis epilépticas generalizadas, pueden citarse: 1. Crisis de ausencia o pequeño mal (más frecuente en niños); 2. Crisis mioclónica; 3. Crisis tónica; 4. Crisis atónica y 5. Crisis de gran mal.

Las crisis convulsivas pueden producirse por otras causas, como la diabetes o un ritmo cardíaco anormal. Los niños muy pequeños pueden tener convulsiones febriles.

La Epilepsia puede ser causada por neurocisticercosis, la cual tiene incidencia en los países tropicales, sobre todo en América Central, Suramérica y el Caribe, como ocurre en nuestro país.

La enfermedad es provocada por la Tenia (solitaria), la cual se ingiere al comer carne de cerdo mal cocida con quistes larvarios, al animal infectarse al tragar los huevos de tenia.

La Tenia es excretada con las heces del paciente y el cerdo la ingiere, cerrando el círculo al retornar los quistes de esta al ser humano, calcificándose en el parénquima cerebral y las menínges.  

y IV 

El paciente epiléptico aún este compensado debe evitar el distrés, insomnio o supresión del sueño por estar ocupado, por ejemplo, viendo la televisión o revisando su teléfono móvil durante la noche, violentando así el horario de descansar y dormir, contrario a lo que recomienda el médico.

En el seguimiento de la enfermedad, el paciente y familiares deben llevar un registro de las convulsiones (días, horas y circunstancias); si estas se presentan cuando está dormido o despierto.

El que padece epilepsia debe dormir de siete a ocho horas, por ejemplo de 10:00 de la noche a 6:00 de la mañana; cenar y tomar abundante líquidos entre 6:00 y 6:30 de la tarde, y evitar hacerlo en la noche.

Ese horario de la cena permite que el paciente orine lo suficiente en horas tempranas, y así no despertar durante la madrugada para vaciar su vejiga, lo que podría provocarle insomnio y reducir las horas de sueño.

La persona epiléptica no debe tomar bebidas alcohólicas, no importa si esta es “suave” (como la cerveza o el vino) o “fuerte” (como el whisky o el ron); estas detonan las crisis convulsivas.

La mujer epiléptica, si está en edad reproductiva, debe consultar a su médico para usar el ácido fólico, los métodos anticonceptivos más apropiados y planificar con estricto control los embarazos que desee tener.

Cuando se observa a una persona convulsionando no debe ser sujetada, sino despejar el espacio de objetos que puedan lastimarla; colocarla inmediatamente de lado, y usar un objeto suave bajo su cabeza.

No introducir nada en su boca ni administrar medicamentos por vía oral; debe esperar que él o la paciente recuperen el conocimiento; controlar el tiempo de la crisis; si esta se extiende por más de cinco minutos, llamar de inmediato al 9-1-1.