Raíces Radio

sábado, 10 de septiembre de 2016

Los médicos jubilados del SNS

Por ANULFO MATEO PÉREZ

Los médicos jubilados no están presentando ningún síntoma vinculado al “institucionalismo”, como afirmara el director del Servicio Nacional de Salud (SNS), Nelson Rodríguez Monegro, cuando aseguró que el 99 % padece de cierto nivel de ansiedad “porque no estaba preparado para el retiro” de los hospitales.

La verdad no es esa; se trata de que los médicos están inconformes porque el retiro no fue planificado por las autoridades, dejando en muchos casos los puestos sin relevo y a miles de enfermos a la deriva.   

Quienes están ansiosos son esos pacientes y sus familiares cuando acuden a los centros de salud y conocen la noticia de que sus médicos ya no estarán prestándoles sus atenciones, sin tener a quien acudir.

Eso es lo que motiva que el funcionario declare que los jubilados podrían seguir laborando de forma honorífica, llenando el vacío, y evitándoles así la supuesta “ansiedad” tras su dilatada misión profesional.

Fue tan impetuosa la medida oficial, que los médicos que pasaron a retiro se enteraron no por la vía institucional, sino por los medios de comunicación o por una lista que circulaba entre el personal de salud.

Hay muchos casos de especialistas que no contaban con ayudantes, y las plazas que dejan vacantes no fueron previamente puestas a concurso para que sus pacientes continúen recibiendo los servicios.

Lo correcto hubiera sido que las autoridades consultaran con los directores de hospitales y los futuros jubilados la situación de sus áreas de trabajo, y así evitar la incertidumbre de los que demandan atención.

Lo que ha movido a esa jubilación masiva, sin mediar palabras con directores de centros de salud ni afectados, es el de provocar un impacto político y desactivar la lucha del personal profesional hospitalario.

domingo, 4 de septiembre de 2016

Golpes blandos made in USA

Por ANULFO MATEO PÉREZ

La derecha latinoamericana continúa en auge con la destitución de la presidenta Dilma Rousseff en Brasil y la movilización de sus adeptos el pasado jueves en Venezuela contra la estabilidad del gobierno de Nicolás Maduro, donde en uno y otro hecho es inocultable la mano peluda del imperio estadounidense.  

Les anteceden los fallidos golpes de Estado contra Hugo Chávez en Venezuela (2002) y Rafael Correa en Ecuador (2010); exitosos, contra Manuel Zelaya en Honduras (2009) y Fernando Lugo en Paraguay (2012).

El golpe de Estado militar ha sido sustituido por el “golpe blando”, que consiste en derrocar gobiernos democráticos mediante técnicas “suaves”, falsamente institucionales, y guerra mediática a gran escala.   

El “golpe de Estado blando” fue cuidadosamente elaborado por los Think tanks (tanques pensantes) estadounidenses, entre ellos el destacado politólogo Gene Sharp, al servicio de la CIA durante largos años.

La técnica consiste en cabalgamiento de conflictos y denuncias de corrupción a través de los medios corporativos; promoción del desabastecimiento y la criminalidad, el descontento, y la manipulación del dólar.

De eso se trató el 'impeachement' auspiciado por EE.UU. y el "golpe de Estado blando” contra la presidenta brasileña Dilma Rousseff, y las conspiraciones contra el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela. 

Estados Unidos mediante “golpes cruentos” derrocó a Jacobo Árbenz en Guatemala; Juan Bosch en nuestro país; a Salvador Allende en Chile; asesinó a Jaime Roldós en Ecuador y a Omar Torrijos en Panamá.

Antes había instalado la dictadura de Trujillo en nuestra patria; la de Juan Vicente Gómez en Venezuela; a Carlos Castillo Armas en Guatemala; Batista en Cuba; Duvalier en Haití, entre otros conocidos verdugos.