Raíces Radio

domingo, 12 de abril de 2020

El sociópata y la política

Por ANULFO MATEO PEREZ

Es aceptado por los expertos en el tema, que los factores neurobiológicos están asociados al trastorno de personalidad antisocial, centrándose en la identificación de las estructuras neuroanatómicas implicadas, así como en el funcionamiento neurofisiológico que se altera en el portador de esa condición.

La sociopatía se expresa en gente “subyugadora”; va desde el sujeto común hasta el de alto nivel intelectual; busca constituirse en líder para tener poder y control; no respeta los derechos de los demás.

Para él o ella, los otros son “cosas”; el sociópata siempre trabaja para sí mismo, aunque diga todo lo contrario; entiende que los demás son meros instrumentos; carece de sensibilidad de la empatía.

Jamás logra ponerse en el lugar del otro, y cuando se constituye en líder político reafirma estas características, logrando que todos estén a su servicio; utilizan el dinero como un elemento de presión.

Es muy difícil entrar en su cabeza, porque tiene una lógica irracional. La bandera que utiliza siempre es supra personal, como los líderes religiosos psicópatas, que apelan siempre a la salvación del más allá.

El sociópata ofrece el hombre nuevo, el proyecto nacional, la liberación, la raza superior, la Nación, la patria; necesita buscar un enemigo, para aglutinar; no se adapta a la tranquilidad, a la paz, al sosiego.

Su estructura mental no cambia. Necesita la crisis; ser reconocido como salvador; en la paz, él no tiene papel; no la soporta, por eso las sociedades lideradas por políticos de este tipo viven de crisis en crisis.


El talón de Aquiles del sociópata es la frustración de sus planes; cuando apuesta por un proyecto, pone todo en él y si no le sale bien, entonces se desorganiza, hace tonterías y termina perdiendo el poder.

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