Por ANULFO MATEO PÉREZ
Las contradicciones entre grupos de poder por la preeminencia en el Estado, han llegado a un plano en que se vulneran los más elementales derechos ciudadanos, entre ellos, por supuesto, los políticos.
Como parte de la conspiración usan la perfidia, trampas, zancadillas, manipulaciones, sobornos, tráfico de influencia, entre otras malas artes, para imponer su reinado e intereses mezquinos.
El más reciente proceso electoral, contaminado con todas las perversidades e inmundicias politiqueras, es un ejemplo de la frialdad con que actúan los zacatecas de este modelo político en crisis.
Como verdaderos maestros de la tauromaquia, vienen dominando al conservador y cansado toro blanco, usando quintas columnas y colocándole banderillas en la JCE, TSE, SCJ… para el “vuelve y vuelve”.
El nefasto ejercicio político de los que se han establecido como sanguijuelas en el Estado, se acompaña de ‘anestesia emocional’ frente a tantas injusticias en el orden político, social y económico.
Los que gobiernan tienen el dominio de la situación; es inútil responderles con carabinas vacías. Entonces, habrá que “tirar el cuerpo al agua”, asumiendo la ya olvidada lucha social y política.
La reciente masacre en Salcedo, nos dice hasta donde pueden llegar los continuistas. No conocen límites… y, llenos de miedo, han perdido la racionalidad. ¡Peligroso eso!
16 junio, 2012.
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