Los
políticos aposentados desde hace más de medio siglo en la partidocracia, se han
caracterizado por ser formidables contadores de mentiras, tejedores de
historias fascinantes y creadores de falsas expectativas al pueblo, para
adormecerle, quebrar su espíritu de lucha y finalmente someterle sin clemencia.
Ellos
activan su mecanismo cognitivo para manipular cifras estadísticas,
“realizaciones” y encuestas por encargo, creando un “realismo” que raya en la
ficción y que nos hace recordar al alemán Joseph Goobers.
Así,
los estrategas de la reelección o del “vuelve y vuelve” vienen tejiendo lo de
la popularidad del presidente Danilo Medina, que, según nos cuentan, al parecer
llegará al techo de un cien por ciento.
El
ególatra y gran timonel, Leonel Fernández, está convencido que tiene bien
allanado el retorno al Palacio Nacional por la inmensa obra de sus gobiernos de
doce años, donde todo fue progreso y modernidad.
Nos hablan del constante crecimiento de la economía y de los beneficios que ha obtenido el pueblo de los cuatro períodos de gestión peledeista, por lo que estamos muy felices en esta media isla de la fantasía.
Nos hablan del constante crecimiento de la economía y de los beneficios que ha obtenido el pueblo de los cuatro períodos de gestión peledeista, por lo que estamos muy felices en esta media isla de la fantasía.
Han
envilecido a una apreciable cantidad de jóvenes, dirigentes sindicales y gremiales,
así como a conocidos activistas barriales, culturales, deportivos, entre otros,
mediante prebendas y promoción social.
Sin
embargo, ha llegado el momento en que esos falsos líderes comienzan a
desmoronarse, al recibir el masivo rechazo de la sociedad dominicana, al ser desvelado
sus verdaderos rostros con un simple “quirinazo”.
El
intento de eternizarse en el poder tendrá que enfrentarse al creciente
despertar del pueblo dominicano. Al asalto a la “colina de las hormigas”, le seguirá
la caída estrepitosa de su reinado de 16 años.
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