Por
ANULFO MATEO PÉREZ
La
oposición debe prepararse para impedir el continuismo del PLD en el gobierno,
sea que este lleve en su boleta a Danilo Medina, Leonel Fernández o una tercera
opción, que podría resultar de un arreglo político para salir de su crisis interna
por la confrontación de los dos principales grupos corporativos.
Sería
un error político sobrevalorar las contradicciones en el seno del oficialismo y
descuidar el esfuerzo en la construcción de un frente opositor vigoroso, que
cohesione su accionar en un buen programa de gobierno.
La
crisis política en el seno del peledeismo será resuelta más adelante, aunque
Danilo tenga que sacrificar sus aspiraciones reeleccionistas y Leonel declinar
sus afanes de retorno a la presidencia de la República.
Por
la agudización de las contradicciones, va cobrando fuerza la posibilidad de una
tercera opción, que jugaría al equilibrio entre Leonel y Danilo, encabezando la
boleta electoral del PLD en el 2016.
Leonel,
Danilo u otro candidato morado, son caras de una misma moneda; la elección de
cualquiera de ellos representaría el continuismo peledeista y la profundización
de los males creados en sus gobiernos.
De
modo que la oposición debe cohesionarse en términos políticos, organizativos y
programáticos si desea vencer a una corporación que ha instalado una dictadura
institucional y se aferra a ella.
El
frente opositor tiene siempre en su seno distintas corrientes políticas e
ideológicas, por representar distintas clases sociales; su necesaria
sustentación está en los objetivos comunes de sus integrantes.
Las
diferencias en su interior deben pasar a un segundo plano, así como las
aspiraciones personales y grupales a las distintas posiciones electivas, dando
paso al consenso que garantice la victoria.
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