No son once los niños fallecidos por atenciones inadecuadas en el Hospital
Robert Reid Cabral de esta capital, sino miles los que han expirado en ese y
otros centros estatales, cuyas verdaderas causas están en el modelo de salud y
el bajo presupuesto que dedica el gobierno para asistir a la población.
Frente al escándalo, se buscan “chivos expiatorios” para salvar la “reputación” del gobierno, conformando una comisión interdisciplinaria que ha cargado el dado contra los médicos y la dirección hospitalaria.
Así, el criminal sistema de salud ni el gobierno irán al “banquillo de los acusados”, este se lavará las manos, el presidente Danilo Medina saldrá del “shock” y continuará un insuficiente presupuesto para salud.
Se pretende defender el desorden institucional en el Ministerio de Salud Pública, donde la auditoria médica y supervisión, entre otras acciones contenidas en los reglamentos, nunca se han puesto en práctica.
Si el presidente Danilo Medina ha elevado el grito al cielo y ha sido diligente para ordenar que se investiguen las muertes de los 11 niños, es porque los programas infantiles tienen supervisión internacional.
Por eso, no se hizo esperar la exigencia de la representante del Fondo de Infancia para las Naciones Unidas (Unicef), María Jesús Conde, para que el asunto sea investigado exhaustivamente.
Por el miedo al “cuco” de Unicef, las muertes intrahospitalarias en el ámbito materno-infantil causan cierto “alboroto”, pero todo continúa igual, tratándose de fallas del sistema de salud impuesto por el Estado.
El sistema no es sólo inoperante, sino que adolece de múltiples y groseras fallas en su aplicación, por ineficiencia, corrupción y politiquería. Ahora, a echar la “cuaba” a “chivos expiatorios”… y ¡“san se acabó”!
Frente al escándalo, se buscan “chivos expiatorios” para salvar la “reputación” del gobierno, conformando una comisión interdisciplinaria que ha cargado el dado contra los médicos y la dirección hospitalaria.
Así, el criminal sistema de salud ni el gobierno irán al “banquillo de los acusados”, este se lavará las manos, el presidente Danilo Medina saldrá del “shock” y continuará un insuficiente presupuesto para salud.
Se pretende defender el desorden institucional en el Ministerio de Salud Pública, donde la auditoria médica y supervisión, entre otras acciones contenidas en los reglamentos, nunca se han puesto en práctica.
Si el presidente Danilo Medina ha elevado el grito al cielo y ha sido diligente para ordenar que se investiguen las muertes de los 11 niños, es porque los programas infantiles tienen supervisión internacional.
Por eso, no se hizo esperar la exigencia de la representante del Fondo de Infancia para las Naciones Unidas (Unicef), María Jesús Conde, para que el asunto sea investigado exhaustivamente.
Por el miedo al “cuco” de Unicef, las muertes intrahospitalarias en el ámbito materno-infantil causan cierto “alboroto”, pero todo continúa igual, tratándose de fallas del sistema de salud impuesto por el Estado.
El sistema no es sólo inoperante, sino que adolece de múltiples y groseras fallas en su aplicación, por ineficiencia, corrupción y politiquería. Ahora, a echar la “cuaba” a “chivos expiatorios”… y ¡“san se acabó”!
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