Raíces Radio

domingo, 24 de agosto de 2014

Lo esperado, no sorprende

Por ANULFO MATEO PÉREZ

El ejercicio gubernamental que ha encabezado Danilo Medina durante estos últimos dos años, la primera mitad de su período constitucional, no debe sorprender a quienes conocen de los fundamentos económicos, políticos e ideológicos de una corporación llamada Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

Los tres períodos de gobiernos anteriores, bajo la batuta de Leonel Fernández, y los dos años que ha presidido Danilo Medina, tienen el mismo hilo conductor, pese a los contrastes de sus estilos personales.

Los fundamentos de sus políticas, desde 1996, lo constituyen un “arroz con mango” del mal llamado Consenso de Washington, algunas de sus prescripciones aplicadas con mucha corrupción y clientelismo político.

La receta del economista John Williamson precipitó la crisis en América Latina, donde se aplicó, y aquí, con las características descritas, viene azotando como huracán categoría cinco en la escala Saffir-Simpson.

Las medidas neoliberales asumidas por el PLD, que por sí solas son devastadoras para las capas medias y los más pobres, han hecho estragos en la economía dominicana, caracterizada por grandes déficits fiscales.

Se han olvidado de la educación y la salud, limitándose ha construcción y reconstrucción de infraestructuras, sin mejorar la calidad de las mismas ni elevar los salarios del personal de ambos sectores.

Emprenden reformas tributarias, cargando el mayor peso a las capas medias y a los más empobrecidos de la sociedad, para elevar unas recaudaciones que terminan en los bolsillos de funcionarios y abultadas nóminas oficiales,

Además la privatización de las empresas estatales; entrega de nuestros recursos a transnacionales y depredación del medio ambiente.

El PLD no debe seguir al frente de un país saqueado y moralmente destruido.

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