El
momento es clave para distinguir entre alianza y fusión de las fuerzas
políticas. La fusión de dos o más fuerzas significa construir una nueva
estructura, cuya unidad obliga a la desaparición de las entidades que le
precedieron, es decir, pierden su independencia y pasan a formar parte de un
todo único.
La
fusión entre organizaciones sólo es posible cuando han desaparecido sus
contradicciones tácticas y estratégicas, que impedían constituir un solo
instrumento orgánico en el orden político, ideológico y de clases.
Muy
distinta a la fusión es la alianza entre organizaciones que llevan en sí
contradicciones ideológicas e intereses de clases. Las coincidencias tácticas
son el motor que impulsa a la unidad de ellas.
Se
trata de unidad temporal entre grupos o clases sociales para llevar a cabo una
lucha por intereses comunes, pero como se trata de unión de grupos o clases
diferentes, la unidad podría ser hasta un tramo de la lucha.
La
alianza puede ser a corto, mediano o largo plazo. El tiempo de ella lo dirán
las condiciones sociales y políticas en el marco de la dinámica entre las
contradicciones de clases e intereses a defender.
Esas
contradicciones se pueden superar produciéndose entonces la fusión o se pueden
agudizar, provocando la separación o ruptura de la alianza. Lo importante es el
programa que los une entre sí.
En
estos momentos, la izquierda debe valorar si existen coincidencias importantes
entre los opositores al engendro creado por la extrema derecha y pseudo
liberales, llamado “dictadura institucional”.
Lo
más avanzado de la sociedad debe abrirse a una gran alianza contra el bloque
integrado por el peledeismo gobernante neobalaguerizado y las transnacionales
que depredan y se proponen engullirse todo el país.
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