Por ANULFO MATEO PÉREZ
Para atacar a Cuba y desdibujar la imagen de los dirigentes
de la Revolución,
un ex agente de la CIA
(¿quién se jubila de ese oficio?), de origen cubano, acaba de expresar que los
restos de Ernesto Guevara de la
Serna (Che) aún se encuentran en Bolivia y que los honores
militares rendidos en 1997 en Villa Clara, Cuba, corresponden a una persona
desconocida.
Tuve el altísimo honor, junto a otros invitados extranjeros,
de participar entonces en la inhumación de los restos del Che y sus compañeros
de guerrilla en Bolivia, con la presencia de los más altos dirigentes de la Revolución Cubana.
Puedo testimoniar la solemnidad de la ceremonia, en un
altiplano exquisitamente seleccionado, conjugándose así el mausoleo (donde
reposan sus restos) con la naturaleza. La Figura de bronce del Che se empina y recobra vida
entre palmas y la tupida vegetación del lugar.
Ese ¿ex agente? de la CIA, nombrado Gustavo Villoldo,
asegura que tiene en su poder restos de cabellos del Che, los cuales
presuntamente cortó antes de enterrar su cuerpo bajo una pista de aterrizaje en
Bolivia en 1967 y que podría contrastar con las pruebas de ADN de los restos
que reposan en Cuba.
Por lo visto, Gustavo Villoldo se mantiene en servicio
activo en esa conocida agencia del imperio, con la diferencia de que ahora
tiene unos 71 años de edad.
Este viejo espía ratificó su participación en el
apresamiento del Che y posterior fusilamiento en la Higuera, Bolivia. Villoldo
desinforma al afirmar que los restos del legendario guerrillero aún se
encuentran en ese país sudamericano. La tribuna usada por este agente
diversionista para expresar esta sarta de mentiras e intrigas es nada más y
nada menos que The Miami Herald, una de las bocinas de la mafia cubana en
Miami.
¿Por qué si los restos del Che fueron exhumados en Bolivia
en 1995 y luego inhumados en Cuba en 1997, es ahora cuando la CIA inicia una campaña de este
tipo? Porque hace falta en estos momentos, cuando se vislumbra el retorno de
Fidel a sus funciones de jefe de Estado, reforzar la propaganda hostil contra
los dirigentes de la
Revolución.
Hacer creer que estos son capaces de montar una farsa
irrespetando al Che, al pueblo de Cuba, a todos los que allí nos congregamos y
al resto del mundo.
Este es un nuevo invento de la CIA en su vano empeño por
desprestigiar a Cuba, debilitar la solidaridad que siempre ha recibido, poner
en duda la seriedad, autenticidad y el honor de sus más connotados dirigentes.
No debemos olvidar cómo el pasado año la revista Forbes difundió la mentira de
que Fidel era uno de los hombres más ricos del mundo.
Alejandro Inchaurregui, uno de los antropólogos forenses que
descubrieron los huesos del Che en 1995, mantiene que los restos hallados en
Bolivia y los que se volvieron a inhumar en Villa Clara, Cuba, son
efectivamente los del guerrillero heroico. ¿Quién va a creer que en asuntos tan
delicados pueden los conductores del proceso socialista cubano errar el tiro?
A pesar de su avasallante poderío económico, militar y
mediático, esta burda historia sobre los restos del Che demuestra que el
imperio dirigido por mister Bush y demás halcones de la
Casa Blanca atraviesa una de sus crisis más
profundas. No existe la menor duda de que las inteligencias grises de sus
viejas agencias diversionistas están en franca decadencia.
25 de marzo, 2007.
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