Por ANULFO MATEO PÉREZ
El presidente Danilo Medina, los legisladores
oficialistas y sus aliados de la pseudo-oposición —públicos, unos, y
encubiertos, otros—, han decidido imponer sin mayores discusiones el
“paquetazo fiscal”, despreciando los sólidos argumentos de los que serán
afectados por las medidas impositivas.
Por encargo del Poder Ejecutivo, el Senado aprobó la pieza el pasado viernes, haciendo caso omiso a las tímidas recomendaciones del Consejo Económico Social (CES) y a las de los distintos sectores de la sociedad.
Se presume, que la pantomima del Senado tendrá su réplica en la Cámara de Diputados, entre los “honorables” oficialistas, las prostituidas “velloneras” y un grupito, que con algunas escaramuzas, nos dará un poco de circo.
La aprobación a todo galope del “garrotazo fiscal”, se apoya en la máxima despótica peledeísta de que “el poder es para usarlo”, incluidos los órganos represivos.
El gobierno, políticamente aislado en este forcejeo, invita a la confrontación, en su afán de tapar el “hoyo fiscal” volteándoles los exhaustos bolsillos a los “pendejos” del recordado escritor venezolano Arturo Uslar Pietri.
Y las protestas serán motorizadas no solo por motivos políticos, sino —y sobre todo— por el empobrecimiento y la mayor desigualdad económico-social que traerán los nuevos impuestos, para continuar lo que está mal.
Todos sabemos, como en Fuente Ovejuna, quienes son los culpables de este desastre. Los que han dispuesto del erario, como si se tratara de un botín de guerra en los tiempos de Francis Drake, Henry Morgan y Pierre le Grand.
Todo pinta mal… y el Senado desafió todo y a todos, incluso imprimiéndole a su decisión un tétrico simbolismo mágico religioso, al aprobar el “paquetazo fiscal” el Día de los Muertos.
Por encargo del Poder Ejecutivo, el Senado aprobó la pieza el pasado viernes, haciendo caso omiso a las tímidas recomendaciones del Consejo Económico Social (CES) y a las de los distintos sectores de la sociedad.
Se presume, que la pantomima del Senado tendrá su réplica en la Cámara de Diputados, entre los “honorables” oficialistas, las prostituidas “velloneras” y un grupito, que con algunas escaramuzas, nos dará un poco de circo.
La aprobación a todo galope del “garrotazo fiscal”, se apoya en la máxima despótica peledeísta de que “el poder es para usarlo”, incluidos los órganos represivos.
El gobierno, políticamente aislado en este forcejeo, invita a la confrontación, en su afán de tapar el “hoyo fiscal” volteándoles los exhaustos bolsillos a los “pendejos” del recordado escritor venezolano Arturo Uslar Pietri.
Y las protestas serán motorizadas no solo por motivos políticos, sino —y sobre todo— por el empobrecimiento y la mayor desigualdad económico-social que traerán los nuevos impuestos, para continuar lo que está mal.
Todos sabemos, como en Fuente Ovejuna, quienes son los culpables de este desastre. Los que han dispuesto del erario, como si se tratara de un botín de guerra en los tiempos de Francis Drake, Henry Morgan y Pierre le Grand.
Todo pinta mal… y el Senado desafió todo y a todos, incluso imprimiéndole a su decisión un tétrico simbolismo mágico religioso, al aprobar el “paquetazo fiscal” el Día de los Muertos.
3/noviembre/2012.
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