Raíces Radio

miércoles, 27 de febrero de 2013

Dulce nihilismo

Por ANULFO MATEO PÉREZ
 
Leonel Fernández habló para llevar un poco de esperanza a los dominicanos, que, decepcionados por el anunciado progreso que nunca llega, ven apagar su existencia sin redención.    

Más allá de las miserables condiciones materiales impuestas, está la realidad de que sus vidas discurren sin metas precisas. No saben, ni siquiera se imaginan, hacia donde lo llevan los líderes de pacotilla. 

Prevalece el temor a la disolución, y ahora se expande con más fuerza por la inestabilidad que afecta a los países árabes productores de petróleo y al cataclismo más reciente sucedido al Japón. 

Cuando el presidente habla, no logra convencer a nadie de las medidas dispuestas para contener el vendaval que se aproxima. El país está perplejo, quebrado en todos los órdenes… y sin brújula. 

En 1930, Sigmund Freud escribió su famoso libro “El malestar” y en la primera línea denunciaba, como ahora, que “en lugar de los valores de la vida, se prefiere el poder, el éxito y la riqueza…”.

Es como si Max Weber y Friedrich Nietszche salieran de sus tumbas y anunciaran de nuevo la secularización y la muerte de Dios, “no porque Dios haya muerto, sino porque lo matamos”. 

Los falsos líderes del país llevan en cada palabra una especie de nihilismo dulce. Mienten para llevarnos a un harakiri colectivo. Entonces, como remedio, nos refugiamos en el pasado glamuroso. 

Sublimizamos la amenaza, igual que lo hacíamos en otros tiempos, cuando nos embelesábamos en el rostro de la sueca Ingrid Bergman en Casa Blanca, atrapados bajo un “As Time Goes By” que parecía nunca terminar.

Y a falta de multitudes que pongan todo pata para arriba, se demanda de salvadores de almas, psiquiatras y psicólogos, para un “bálsamo” al dolor, si es que alguno aún tiene aliento para tal empresa.

 19/Marz/2011.

No hay comentarios:

Publicar un comentario