Raíces Radio

sábado, 11 de julio de 2015

Distracción como arma política

Por ANULFO MATEO PÉREZ

Para evitar que el pueblo meditara sus problemas y se declarara en rebeldía, los emperadores romanos disponían entretenerlo con pan y circo. El italiano Nicolás Maquiavelo, diplomático, filósofo y autor de “El Príncipe”, consideraba esta práctica altamente recomendable en la política.

Sus discípulos del pasado y presente siglo han contado con medios de mayor capacidad de distracción, como radio, televisión, diarios, y más reciente las redes sociales… para influir sobre la voluntad de los gobernados.

En la década iniciada en 1930, Adolf Hitler fue convertido en un “salvador de la Patria” alemana mediante la manipulación psicológica de su pueblo, usando el recurso de la propaganda política.

Así, los estrategas del presidente Danilo Medina están usando el sensible conflicto de la inmigración haitiana a nuestro territorio, bajo su absoluto control, para concentrar la atención del país en él.


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El propósito es acallar las críticas a la repostulación presidencial, y sacar del debate la crisis interna del PLD, la corrupción del presente y pasado gobierno y el juicio de Félix Bautista, entre otros temas.

La estrategia comunicacional es sacar de los espacios mediáticos, la discusión del desempleo, salarios, salud, educación, pobreza, inseguridad ciudadana y la infamante imposición de la reelección presidencial.

Con la distracción tratan de frenar el descenso de los niveles de popularidad del presidente Medina y el ascenso de sus opositores en las preferencias del electorado, cansado de tantos agravios peledeistas.

Develado el ardid del gobierno, se debe concentrar el “fuego de la artillería” opositora sobre los más sensibles temas nacionales, que no dividan a la sociedad, como lo hace la inmigración haitiana a nuestro territorio.

domingo, 5 de julio de 2015

La hora de los cambios


Por ANULFO MATEO PÉREZ

Vivimos importantes momentos de cambios, algunos para mal y otros para bien de la humanidad; esa fuerza que mueve todo es la dialéctica, que la describe Federico Engels como la ciencia de las leyes generales del movimiento y la evolución de la naturaleza, de la sociedad humana y del pensamiento.

Nada permanece inmóvil, por lo que no debemos temer a los cambios; no importa que éstos sean rápidos o lentos; el temor debe ser a mantenernos inmóviles, porque o nos renovamos o perecemos en la soledad.
Los cambios han motorizado el diálogo y nuevas relaciones EE.UU-Cuba, para el asombro de muchos que no interpretaron bien la compleja situación internacional, como el ostensible debilitamiento del mundo unipolar.

Es aleccionador lo que ocurre en Colombia, porque las fuerzas antagónicas de las Farc-EP y el gobierno de derecha de ese país, han terminado en la mesa del diálogo, después de 50 años de intensa lucha armada.

Esa experiencia vivió la guerrilla salvadoreña del FMLN con el gobierno; la acumulación de fuerzas de la insurgencia le permitió por otra vía llegar al poder y cambiar el rumbo del Pulgarcito de América.

Todos sabemos qué ha sucedido en la República Dominicana; qué ha impedido los cambios; el abismo creado entre las izquierdas y el distanciamiento de los sectores progresistas de ésta, predominando las derechas.

Cuando se coordinaron sus fuerzas, como en el histórico Abril de 1965, avanzaron política y socialmente; creció su influencia; agitó y movilizó a la sociedad hacia nuevos escalones de lucha y de metas.


Lo imperioso, vital, es mantener el enfoque de miras; la dirección de la marcha de las fuerzas motrices de los cambios estructurales; la estrategia, que no debe ser desdeñada por las acciones a que conduce la táctica.