Raíces Radio

domingo, 26 de julio de 2015

Cultura de la sospecha



Por ANULFO MATEO PÉREZ

Ya los funcionarios del Estado no guardan ni siquiera las apariencias en la galopante acumulación de riquezas provenientes del cohecho, prevaricación o del robo al erario, todo ello posible por la impunidad establecida, que como ariete derriban la moral pública, el presente y futuro de la nación.

Quedó en el pasado, que la movilidad social y económica sea el resultado del esfuerzo personal honesto, usando una y mil formas de corrupción para ese ascenso, que en nuestra realidad es de unos pocos.

Hoy, los políticos que controlan al Estado y dicen representarnos, no usan los puentes institucionales democráticos deseados, sino túneles y accesos invisibles para acumular fortuna personal y familiar.

Su práctica está marcada por una enorme opacidad en la vida institucional, devaluando la política, así como el Congreso, la Justicia, el Ejecutivo, los partidos, organizaciones empresarias, los sindicatos...

El fenómeno de la corrupción no se limita a lo moral e ilícito, sino que provoca en las grandes mayorías, desposeídas de toda suerte, mayor pobreza, así como el descenso social y económico de la clase media.

Por lo expuesto, la sociedad se ha ido impregnando de una “cultura de la sospecha”, al observar “el progreso” acelerado de los políticos y nuevos empresarios, que a todas luces “e’ pa’ lante que van”.

Pese a la condena moral y ética de la corrupción, sus beneficiarios han logrado crear en una franja de la sociedad un ambiguo sentimiento de repulsión, no exento de cierta admiración por sus ostensibles resultados.

Así, se condena la transgresión a la honestidad y se crea la “conciencia” que la asocia con la suerte individual; impulsando a muchos a correr hacia el ingreso a los círculos donde se la practica y a otros a Odebrecht.

Unidad y lucha en diversidad


Por ANULFO MATEO PÉREZ

Las izquierdas no tienen por ahora las posibilidades de enfrentar con éxito el desafío que representa la lucha por cambios estructurales, si actúan separadas de otras corrientes del pensamiento, porque se han desvinculado desde hace décadas del movimiento obrero, campesino y estudiantil en reflujo.

Pueden movilizar y poner en marcha las protestas en uno que otros puntos del país, porque hay sobradas razones para enfrentar al gobierno peledeista y a su dictadura institucional, carcomidos por la corrupción. 

Las izquierdas han participado en las luchas más cruentas por la redención de nuestro pueblo, hasta el martirologio, pero sus sacrificios los han aprovechado otros para llegar al poder y frustrar sus aspiraciones. 

El movimiento reivindicativo, en un ambiente preelectoral, no desbordaría el marco “economicista” y sólo ayudaría, sin proponérselo, a la oposición que electoralmente le disputa el poder al PLD.

De manera, que lo más pertinente ahora es vincular cualquier acción política a desplazar a este gobierno que conculca los derechos y pretende eternizarse en el poder mediante la manipulación y la fuerza.

Por su formación ideológica, las izquierdas deben actuar despojadas del “voluntarismo”, que marcha de la mano con la doctrina fatalista de la “predestinación” y de la “voluntad divina”, alejada de la realidad.

Para romper el status quo y realizar los cambios verdaderos es necesaria la presencia de las izquierdas en todas las jornadas en que participen las grandes mayoría, para influir con sus ideas y firmeza política.

Cualquier acción, por justa que sea, al margen del esfuerzo por salir de este gobierno, se quedaría aislada del proceso de cambio; ni le ayudaría en la necesaria acumulación de fuerzas para otras jornadas.

sábado, 11 de julio de 2015

Distracción como arma política

Por ANULFO MATEO PÉREZ

Para evitar que el pueblo meditara sus problemas y se declarara en rebeldía, los emperadores romanos disponían entretenerlo con pan y circo. El italiano Nicolás Maquiavelo, diplomático, filósofo y autor de “El Príncipe”, consideraba esta práctica altamente recomendable en la política.

Sus discípulos del pasado y presente siglo han contado con medios de mayor capacidad de distracción, como radio, televisión, diarios, y más reciente las redes sociales… para influir sobre la voluntad de los gobernados.

En la década iniciada en 1930, Adolf Hitler fue convertido en un “salvador de la Patria” alemana mediante la manipulación psicológica de su pueblo, usando el recurso de la propaganda política.

Así, los estrategas del presidente Danilo Medina están usando el sensible conflicto de la inmigración haitiana a nuestro territorio, bajo su absoluto control, para concentrar la atención del país en él.


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El propósito es acallar las críticas a la repostulación presidencial, y sacar del debate la crisis interna del PLD, la corrupción del presente y pasado gobierno y el juicio de Félix Bautista, entre otros temas.

La estrategia comunicacional es sacar de los espacios mediáticos, la discusión del desempleo, salarios, salud, educación, pobreza, inseguridad ciudadana y la infamante imposición de la reelección presidencial.

Con la distracción tratan de frenar el descenso de los niveles de popularidad del presidente Medina y el ascenso de sus opositores en las preferencias del electorado, cansado de tantos agravios peledeistas.

Develado el ardid del gobierno, se debe concentrar el “fuego de la artillería” opositora sobre los más sensibles temas nacionales, que no dividan a la sociedad, como lo hace la inmigración haitiana a nuestro territorio.

domingo, 5 de julio de 2015

La hora de los cambios


Por ANULFO MATEO PÉREZ

Vivimos importantes momentos de cambios, algunos para mal y otros para bien de la humanidad; esa fuerza que mueve todo es la dialéctica, que la describe Federico Engels como la ciencia de las leyes generales del movimiento y la evolución de la naturaleza, de la sociedad humana y del pensamiento.

Nada permanece inmóvil, por lo que no debemos temer a los cambios; no importa que éstos sean rápidos o lentos; el temor debe ser a mantenernos inmóviles, porque o nos renovamos o perecemos en la soledad.
Los cambios han motorizado el diálogo y nuevas relaciones EE.UU-Cuba, para el asombro de muchos que no interpretaron bien la compleja situación internacional, como el ostensible debilitamiento del mundo unipolar.

Es aleccionador lo que ocurre en Colombia, porque las fuerzas antagónicas de las Farc-EP y el gobierno de derecha de ese país, han terminado en la mesa del diálogo, después de 50 años de intensa lucha armada.

Esa experiencia vivió la guerrilla salvadoreña del FMLN con el gobierno; la acumulación de fuerzas de la insurgencia le permitió por otra vía llegar al poder y cambiar el rumbo del Pulgarcito de América.

Todos sabemos qué ha sucedido en la República Dominicana; qué ha impedido los cambios; el abismo creado entre las izquierdas y el distanciamiento de los sectores progresistas de ésta, predominando las derechas.

Cuando se coordinaron sus fuerzas, como en el histórico Abril de 1965, avanzaron política y socialmente; creció su influencia; agitó y movilizó a la sociedad hacia nuevos escalones de lucha y de metas.


Lo imperioso, vital, es mantener el enfoque de miras; la dirección de la marcha de las fuerzas motrices de los cambios estructurales; la estrategia, que no debe ser desdeñada por las acciones a que conduce la táctica.