Raíces Radio

miércoles, 25 de diciembre de 2013

El pájaro revolucionario


Por ANULFO MATEO PÉREZ


Decía en una de estas entregas, que terminada la farsa electoral, tendríamos que amarrarnos muy bien los pantalones, por lo que había significado la compra y venta de voluntades, la corrupción y lo que se nos venía encima en términos de crisis.

El presidente Leonel Fernández edificó el pasado jueves a la opinión pública respecto al mercado especulativo del petróleo, prometiendo para esta semana que se inicia el ‘aterrizaje’ sobre los agobiantes problemas domésticos.

En 1985, durante una breve estadía en Panamá, me expresaba un señor de edad avanzada, que ocupaba el mismo banco en el parque donde me lustraban los zapatos, que los dominicanos lo asombran porque sin importar el estrato social, manejan temas de economía y política con la mayor naturalidad.

Y así es. No debemos subestimar la capacidad de análisis de la gente. Ahora, el Gobierno debe dar la cara a una población que está abrumada por la dureza de la vida, la crisis alimentaria, lo ‘bronco’ que se ha puesto el dinero y la inseguridad ciudadana.

Mientras el presidente termina de preparar el mensaje que dirigirá a la nación sobre esos tópicos, les propongo que tomemos un respiro y nos quedemos con Oscar Alfaro, el poeta boliviano que murió en 1963 a los 42 años –en plena juventud–, como mueren los viejos poetas. 

El también periodista tarijeño dejó una obra inédita que Fanny Mendizábal, su viuda, viene publicando hace unos 40 años. De su autoría es “El pájaro revolucionario”, que ahora les dejo:

Ordena el cerdo granjero:
–¡Fusilen a todo pájaro!
Y suelta por los trigales
sus policías de gatos.
Al poco rato le traen
un pajarillo aterrado,
que aún tiene dentro del pico,
un grano que no ha tragado.
–¡Vas a morir por ratero!
–¡Si soy un pájaro honrado,
de profesión carpintero,
que vivo de mi trabajo!
–¿Y por qué robas mi trigo?
–¡Lo cobro por mi salario,
que Usted se negó a pagarme,
y aún me debe muchos granos!,
y lo mismo está debiendo
a los sapos hortelanos,
a mi compadre el hornero
y al minero escarabajo,
a las abejas obreras,
y a todos los que ha estafado.
¡Usted hizo su riqueza,
robando a los proletarios!
–¡Qué peligro! ¡Un socialista!
¡A fusilarlo en el acto!
Preparen, apunten… ¡fuego!
¡Demonios, si hasta los pájaros
En América Latina,
se hacen revolucionarios!

13 julio, 2008.

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