Raíces Radio

domingo, 29 de enero de 2017

Marchar sin tregua

Por ANULFO MATEO PÉREZ

La marcha del pasado domingo constituyó un plebiscito contra la corrupción y la impunidad de Estado, entre otros factores por su carácter masivo y la unidad de sus participantes al enfrentar con firmeza a quienes desde el poder depredan los recursos públicos e imponen una dictadura institucional.

La lucha contra la corrupción y la impunidad moviliza a muy amplios sectores de la sociedad, pero deben incorporarse metas superiores, como desplazar del poder a los que usurpan la voluntad popular.

La batalla que se ha iniciado debe continuar, hasta que la democracia sea rescatada y el pueblo dominicano pueda decidir con libertad el camino que le conduciría a ejercer plenamente sus derechos.

Si no se combate de forma continua contra los que detentan el poder, no se lograría jamás potenciar la fuerza del movimiento, capaz de llegar hasta las últimas consecuencias para rescatar al país del caos.

Como respuesta a la marcha del pasado domingo, el gobierno tratará de confundir y reprimir al pueblo para debilitar sus fuerzas. Y para evitar esos intentos, deben trazarse con claridad los objetivos estratégicos. 

Los próximos pasos deben estar encaminados a sustituir las instituciones de este sistema partidocrático, las cuales atraviesan por una gran descomposición institucional y la depravación más absoluta.

El gobierno, el PLD y aliados están llevando al país a una crisis profunda, por lo que yo los he calificado de “acicalados zacatecas”; “sepultureros” del sistema político que nos conduce al abismo más profundo.  

A los que nos han secuestrado los sueños, no debemos responderles con “carabinas vacías”, sino con demostraciones como la del pasado domingo. Habrá que “tirar el cuerpo al agua”, en la lucha social y política.

lunes, 23 de enero de 2017

No perder la marcha

Por ANULFO MATEO PÉREZ

Este domingo puede marcar el punto de partida de un vasto movimiento para enfrentar la corrupción y la impunidad en la República Dominicana, si como se pronostica la marcha que se realiza hoy contra esos desafueros recibe el respaldo suficiente como para ser considerada un contundente plebiscito nacional.   

Marchar este domingo es un deber ineludible, de reafirmación de las luchas por la equidad, la decencia y la democratización; un excelente ejemplo a la sociedad, expuesta a tantas distorsiones desmoralizantes. 

Sobran los motivos para manifestarse de forma masiva, dados los grandes daños que los corruptos han infringido al país, los cuales no se limitan al aspecto económico, sino que tocan lo social y ético-moral. 

Y consigo, un obsceno manto de impunidad para los mayores responsables del dolo y el caos, su institucionalización e impacto negativo en el tejido social, en particular en toda la administración pública. 

No debemos perder la marcha, sobradamente legítima y necesaria contra la corrupción que profundiza la pobreza y las desigualdades económico-sociales, colocando al país entre los más saqueados de la región. 

El PLD, quien ha gobernado algo más de 16 años, ha sufrido la metamorfosis de partido político a corporación económica a expensa del patrimonio público, agravando a su paso los males del pueblo dominicano. 

Ha incrementado su poder político sobre la base de enriquecer a sus dirigentes, para blindarse con su fuerza económica y el control de los poderes públicos, estructurando una dictadura institucional. 

El avasallamiento es tal, que los gobiernos peledeistas han logrado la indiferencia y el mutismo de muchos frente a tanta podredumbre, por lo que deben recibir de nuestro pueblo una lección inolvidable.

domingo, 15 de enero de 2017

El que persevera triunfa

Por ANULFO MATEO PÉREZ

La lucha social debe ser la respuesta al caos económico, social y político a que nos ha conducido la partidocracia que se reelige cada cuatro años, desacreditada por el saqueo de los recursos públicos, la entrega del patrimonio nacional al gran capital local y transnacional y su burda manipulación mediática.

Las revoluciones sociales no las hacen las “personalidades” o pequeños grupos revolucionarios, por muy brillantes o heroicos que ellos sean. Las hacen las masas populares en lucha persistente.

A esas batallas sociales de los trabajadores, explotados y excluidos, se suman sectores conocedores de su empobrecimiento creciente, así como los intelectuales progresistas y revolucionarios.

Las organizaciones sociales, sindicales y políticas comprometidas deben coordinar todo lo necesario para impulsar las acciones por las conquistas de sus derechos más sentidos, sin ceder al chantaje oficial.

La solución de los problemas nacionales no está en manos de quienes los han provocado o agravado deliberadamente para pescar en “río revuelto” el patrimonio de la nación y eternizarse en el poder.

Las luchas populares no las inventó Carlos Marx ni es resultado de la instigación política, sino de los antagonismos de clases. Hace falta activarla para cambiar la correlación de fuerza a favor de las mayorías.

El pueblo dominicano tiene que desplegar un gran esfuerzo por la democracia verdadera, la justicia social y económica, contra la corrupción y la impunidad de que disfrutan la derecha política y sus acólitos.

Y esta realidad cruel, al decir de Pablo Neruda, fue creada porque cuando nos tocó tener pantalones largos para decidir, escogimos pésimos gobiernos y fruto del azar nos sacamos estos falsos “premios”.

domingo, 8 de enero de 2017

¿Novela o relato corto?

Por ANULFO MATEO PÉREZ

No creo que nadie imaginara que los asaltos a camiones de transporte de valores de compañías privadas, al servicio de bancos nacionales, serían excelentes temas para escribir una novela o un relato corto, para el consumo masivo de una población ávida de literatura sobre la realidad nacional.

Por el perfil psicológico de los protagonistas y la historia, salpicada de ciencia ficción, intriga, terror y hermosura de su prosa, me hace recordar al escritor, poeta y periodista romántico, Edgar Allan Poe.

Este estadounidense, cuya causa de muerte nunca fue aclarada, renovó la novela gótica, inventó el relato detectivesco, autor de los “cuentos de terror”, intentó hacer de ese oficio su modus vivendi.

No estoy siendo sarcástico ni mordaz, en realidad lo creo. Todo lo narrado sobre el ultimado John Percival Matos, y los que aún sobreviven en el capítulo que leemos, sirven hasta para el guión de un buen filme.

Sería un gran aporte a la literatura nacional, universal y a la cinemateca de nuestro país. Una historia de consumo popular, apoyándose en el imaginario del pueblo dominicano, cargada de surrealismo y suspenso.

De antemano, a ciertos medios de prensa y a sus redactores asignados a cubrir las fuentes de la Policía y Presidencia de la República, entre otras oficiales, merecen ser incluidos en los créditos de la obra.

Por supuesto, hay otras versiones de todo lo acontecido en la vida real de los personajes envueltos en la trama, pero por carecer de valor estético y crédito público, creo que la oficial merece la oportunidad.

Otras obras literarias están ya en imprenta, la que trata el emblemático “12 de Enero de 1972”, “El gran asalto a Vimenca”, “Las manos ocultas de Odebrecht” y, el seguro best seller, “Punta Catalina Miau”.