El pretexto de que no existen las condiciones para la participación electoral de las izquierdas por la inequidad del sistema y sus podridas instituciones, que privilegia a la partidocracia y en especial al oficialismo, nos retrotrae a una vieja y controversial discusión política, digna de ser superada razonablemente.
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Las izquierdas no deben esperar la “magnanimidad” del poder para que el sistema sea más equitativo, ni limitarse al lamento o la crítica, sino que por el contrario debe actuar por sus derechos políticos.
La coyuntura apunta a que lo correcto es la movilización de masas mediante la participación electoral, que diferencie el discurso y propósitos de las izquierdas de la partidocracia tradicional en apuros.
Marginarse del proceso, siendo sólo expectantes o intentar el boicot, es dejar el escenario a los que pretenden consolidar esta dictadura institucional, como se impuso el PRI en México durante 71 años.
Los fracasos electorales de las izquierdas en el país, parece que ha marcado su “inconsciente colectivo”, como lo acuñara Carl Gustav Jung, sin meditar que su talón de Aquiles ha sido la división y atomización.
Una buena parte de la abstención electoral, que históricamente ha oscilado entre el 22 y 27 por ciento del electorado, lo constituye la franja más consciente de la sociedad, entre ella, de izquierda y progresista.
Un frente de izquierda sustentado en un programa, contrastante con el de la partidocracia, potenciaría sus fuerzas, y mucho más, si llega a puntuales acuerdos con los liberales. ¡Un paso adelante!
El abstencionismo comunista no esta fundamentado en el "...pretexto de que no existen las condiciones para la participación electoral de las izquierdas por la iniquidad del sistema y sus podridas instituciones, que privilegia a la partidocracia y en especial al oficialismo...", sino en una posición filosófica de las minorías comunistas en el nivel internacional desde el 1918. En una posición teórica que considera la participación electoral un método burgués, asumiendo una política revolucionaria que niegue y supere todo tipo de obstáculos, para
ResponderEliminarcontinuar trabajando a partir de las condiciones del proletariado
hasta que se reconozca como clase revolucionaria antagónica a esta
sociedad, hasta que observe correctamente la relación orgánica e
histórica de su ser revolucionario, de su misión, la abolición de las
clases y desaparición de su dictadura social. Esta forma de plantear
el problema de la revolución social en esta isla del Caribe
Latinoamericano es una negación total de toda la teoría/práctica del
oportunismo que siempre ha subordinado "las exigencias nacionales del
movimiento a las generales, mientras que la tesis comunista exige "... la
movilización de las hostilidades en el momento oportuno." Las elecciones son consideradas por nosotros como un ataque burgués contra nuestras condiciones de vida, como un momento de negación de nuestra existencia como clase revolucionaria.
Cual tiene que ser nuestra posición al respecto de la elecciones? Responder como
ResponderEliminarclase revolucionaria, destruyendo la propaganda electoral de los
partidos y sindicatos, atacando a sus candidatos, cortando calles,
avenidas y autopistas en el momento en que se trasladan de lugar,
coordinando las acciones contra las elecciones 2016.
¿Debemos participar en el proceso electoral del 2016?
ResponderEliminarAunque la pregunta ha sido considerada de contradicción estúpida,
queremos reiterar que no se trata de "criticar" la institución
electoral, "sino de demoler, reuniendo de forma marxista teoría y
acción, superando la antítesis entre propaganda y realización que el
reformismo ha introducido en las mentes de tantos revolucionarios,
entonces el absurdo (de participar en las elecciones) deviene
evidente." (Bordiga) Con la participación electoral se profundiza "el
confusionismo, no la conciencia y la claridad programática (en el campo
proletario). Se interviene en el engranaje del sistema democrático, en
la práctica se reconoce implícitamente sus leyes funcionales; se debe
reclamar la votación, el escrutinio, la marcha de las discusiones
parlamentarias se desarrollan según las leyes y las reglas establecidas
por la constitución vigente, y se refuerza todo el sistema en su
funcionalidad." (ídem). Ha sido precisamente ese el trabajo
reformista que desde hace mucho tiempo los "comunistas" en la
República Dominicana han venido realizando en nombre de la revolución
y el socialismo. ¡y todavía hay “proletarios” que le hacen coro!
¡naturalmente están atrapados en la ignorancia que nos ha impuesto la
dictadura del capital!
¿Qué posibilidades existen para ayudar "desde dentro" al
ResponderEliminardespertar del proletariado y a que inicie la práctica de demolición
del Estado?
El sistema electoral ha sido diseñado para reproducir la atomización
del proletariado en el simple "ciudadano". A pesar de los agentes
contrarrevolucionarios que tradicionalmente ha colocado la fracción de
izquierda de la socialdemocracia en el interior de la Junta Central
Electoral para dislocar información, creando contradicciones internas
que siempre son resueltas a través de un acuerdo para reformar el
sistema, dejando intacto la naturaleza de clase y reproducción de la
atomización del proletariado en el simple ciudadano, permitiendo
la"legitimación" del proceso burgués y contribuyendo con su
participación a la credibilidad del sistema y al desarrollo de su
sociedad. Desde dentro nunca se ha podido mover la destrucción de
esa máquina del sistema de producción de mercancías y dominación de
clase. Lo mismo ha sucedido históricamente con el abstencionismo
burgués practicado por las fuerzas a la izquierda del capital, que en
nada contribuye a que el proletariado resurja como fuerza
revolucionaria para enfrentar violentamente las fuerzas reformistas
que participan en el proceso electoral facilitando que el proletariado
burgués ejerza su"derecho" al voto.
En el marco del proceso electoral, la acción del proletariado
ResponderEliminarrevolucionario remite a la aparición de su consigna histórica de clase:
¡Afuera y contra las Elecciones
Ya veo.
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