Raíces Radio

domingo, 18 de junio de 2017

Crimen y sistema político

Por ANULFO MATEO PÉREZ

El sistema político impuesto por las clases dominantes durante décadas en la República Dominicana, ha entrado a una etapa de aceleramiento de su crisis estructural, y tendrá que ser desplazado por los sectores que lo advierten como una seria amenaza a su estabilidad, desarrollo y supervivencia.

Este sistema pervertido, que en el pasado dio origen a regímenes oligárquicos, despóticos, excluyentes, represivos… ahora ha creado en su interior estructuras criminales y abiertamente desafiantes.

En los partidos que le dan sostén a este sistema decadente impera un pérfido método de financiamiento de oscura procedencia, convirtiendo a esas anacrónicas organizaciones en peligrosas entes mafiosas.

Desde que se inició la práctica de puertas abiertas para el financiamiento ilícito, la fortaleza de los viejos partidos no ha descansado en su programa político ni en propuestas a la sociedad, sino en el dinero.

A esa partidocracia le gusta nominar a candidatos millonarios, cuyos recursos provienen de transacciones ilícitas, con gastos excesivos en las campañas electorales… sumándose las débiles regulaciones.

Por esa notoria laxitud ética en los controles del financiamiento, las estructuras criminales echan raíces en esos partidos; así logran proteger sus negocios, fortalecer la red mafiosa y expandirse sin límites.

La apertura a individuos y grupos criminales ha permitido que estos controlen esas entidades políticas, ocupen posiciones claves en el Estado, es decir, en el Congreso Nacional, Poder Judicial y en el Ejecutivo.

El caso Odebrecht es un ejemplo del gran atraco al erario, que genera desigualdad, exclusión y agitación social… en un momento en que esa mafia está atrapada, lo que la empujaría al  asesinato político.

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