Raíces Radio

sábado, 31 de mayo de 2014

Guerra de maniobras


Por ANULFO MATEO PÉREZ

La situación nacional está para pensarla con inteligencia y serenidad, sin caer en extremismos de ninguna especie ni en “manualismos”, que impidan razonar la pertinencia de asumir posiciones para un ambiente dirigido a crear una gran unidad programática contra el continuismo partidocrático.

La realidad que vivimos es caótica. La crisis en todos los órdenes es ostensible, no hacen faltas disquisiciones teóricas para percibir que este modelo político y económico-social impuesto no resiste más.

El cambio que necesita nuestro país, no es el “quítate tú para ponerme yo”, sino el que está centrado en derrotar a las fuerzas del atraso, a los defensores del status quo para el ascenso real de los de abajo.

Aplastar de una vez y por todas a los politiqueros tradicionales, responsables de este desastre, caracterizado por crisis económica y el grave deterioro de las condiciones de vida de las grandes mayorías.

Esos partidos tradicionales se han impuesto, tras el derrocamiento de la tiranía trujillista (30 de mayo de 1961), mediante la coerción contra el pueblo, para enriquecer a la clase dominante de forma brutal.

En cada proceso electoral se produce una gran abstención de votantes porque no creen en las instituciones que la regulan ni en los aspirantes que se proponen dirigir maliciosamente el país de espalda al pueblo.

Ahora, dentro de la crisis, surge la propuesta de aunar esfuerzos contra el continuismo peledeísta, una versión desgastada de la partidocracia, pero no se habla de programa, sino de candidaturas hegemónicas.

Ese silencio respecto al programa, la lucha por las candidaturas y la “guerra de maniobras” que desarrollará el peledeismo serán los tres factores que podrían malograr la propuesta del frente amplio opositor.

sábado, 24 de mayo de 2014

¿Cuál democracia?

Por ANULFO MATEO PÉREZ

(4 de 4)

El doctor Joaquín Balaguer gobernó durante tres períodos consecutivos (1966-1978), a través de sucesivas reelecciones de comicios fraudulentos. El PRD logró desplazarlo durante ocho años (1978-86), con el respaldo de la Administración Carter de EEUU y el gobierno venezolano de Carlos Andrés Pérez.

Al gobierno represivo de Balaguer, le sucedieron ocho años de democracia liberal restringida, encabezada por un PRD derechizado, para dar paso nuevamente al cortesano de la “Era” de Rafael Trujillo.

El déspota ilustrado estuvo diez años más (19861996) en el poder, para luego pasar la antorcha al PLD en 1996, en una alianza de peledeistas y balagueristas, conformando el nefasto y mal llamado Frente Patriótico.

Una vez en el poder, PLD-PRSC han continuado las prácticas neotrujillistas, el clientelismo, la corrupción, el pragmatismo sin principios, el autoritarismo y el vergonzoso neocaudillismo balaguerista.

Han hecho del sistema político un ente de dominación de las élites, aderezado con una gran dosis despótica, atraso económico y político-social, bajo dominio imperial y corporaciones transnacionales.

Las fuerzas democráticas, social-progresistas, revolucionarias y populares… deben procurar una gran unidad que derroten el conservadurismo y su sistema político; para barrer con las pseudo instituciones.

Cualquier cambio verdadero pasa por destituciones en la Junta Central Electoral, el Tribunal Superior Electoral y el Tribunal Constitucional, entre otras, que sirven de soporte a esta pseudo democracia. 

Sólo con la unidad y lucha de todo el pueblo, se derrotaría a esta dictadura institucional, para emprender la revolución económica, social y política, donde prevalezca la equidad, inclusión social, de género y la solidaridad.

domingo, 18 de mayo de 2014

¿Cuál democracia?

Por ANULFO MATEO PÉREZ
 
3 de 4

La Democracia que padecemos ha evolucionado desde el derrocamiento de la tiranía de Rafael Trujillo (30 de mayo, 1961), hasta nuestros días, en una recurrente degradación, como consecuencia de un capitalismo tardío, atrasado y subordinado a otros centros de mayor desarrollo económico-social. 

Una dictadura que perduró más de 30 años (1930-1961), proyectó después de su caída la cultura despótica, arma usada por las élites del poder para crear un muro de contención al ejercicio democrático.

El interés de EEUU en preservar el aparato burocrático-militar trujillista y facilitar su dominación, dio como resultado una “democracia restringida” y pervertida, como la que padecemos hoy.

No conforme con el ejercicio libérrimo del pueblo en las urnas, el 25 de septiembre de 1963, EEUU dirigió contra el gobierno de Bosch un golpe de estado, usando ese viejo aparato militar heredado de la dictadura.

Luego de la Revolución de Abril de 1965, fueron celebradas elecciones generales bajo estricto control imperial, donde el poder oligárquico-imperialista impuso a sangre y fuego al déspota ilustrado Joaquín Balaguer.

Gobernó durante tres períodos consecutivos (1966-1978), a través de sucesivas reelecciones hijas de comicios fraudulentos, el imperio de la represión y el terror contra sus adversarios más firmes y decididos.

El PRD logró sustituirle durante ocho años (1978-86), con el apoyo de la Administración Carter y el gobierno de Carlos Andrés Pérez, para retornar en 1986 -hasta 1996-, desplazando a un partido blanco derechizado.

La precaria fortaleza de esta pseudo democracia reside en la vocación libertaria del pueblo; el rol jugado por los escasos medios plurales de comunicación, los digitales alternativos y las redes sociales en Internet.

lunes, 12 de mayo de 2014

Cruzada contra la paz

Por ANULFO MATEO PÉREZ

Colombia ha vuelto a ocupar la atención del mundo tras la liberación de Ingrid Betancourt, los tres mercenarios estadounidenses y soldados del ejército de ese país sudamericano. Los que dominan la comunicación global han montado una campaña mediática para validar la violencia.

Los cañones han sido dirigidos contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y sectores liberales de la sociedad colombiana. Ahora resulta que los insurgentes y otros sectores de oposición son los responsables de la violencia, no así la oligarquía y sus representantes.

Y mientras se desarrolla esa campaña, la senadora opositora Piedad Córdoba es sometida por el Gobierno de Alvaro Uribe a la Corte Suprema, junto a los diputados Wilson Borja y Gloria Ramírez, bajo ‘sospechas’ de tener presuntos vínculos con la guerrilla, sin importar su papel en la liberación de un grupo de colombianos de manos de las FARC.

La violencia en Colombia es un fenómeno histórico-político, impuesta por la clase dominante para defender privilegios e intereses. Los de abajo lo único que han hecho es resistirla, desde las luchas indígenas a la conquista española, repuntando con las protestas de los Comuneros del Socorro.

Esa intolerancia llevó a la oligarquía a atentar contra Bolívar en septiembre de 1828. Y cuando renuncia en 1830 (tenía tuberculosis), el Mariscal Sucre es asesinado, al perfilarse como su sucesor.

En 1914 fue asesinado el caudillo liberal Rafael Uribe, quien sostenía que el liberalismo debía beber en las canteras del socialismo. 

Así la “Masacre de las Bananeras” en 1928, fue sólo un botón de la represión contra el movimiento sindical, campesino e indígena. Más de mil colombianos fueron asesinados, entre ellos mujeres y niños, por orden del general Cortés Vargas, sobre el pretexto de evitar una intervención militar estadounidense al servicio de la United Fruit Company.

Jorge Eliécer Gaitán, líder de una facción izquierdista del Partido Liberal en el Congreso, denunció la masacre y replicó al General que esas balas debían dirigirse contra el supuesto invasor. Su actitud lo llevó a ser respaldado como candidato a la Presidencia el 16 de marzo de 1947, para ser asesinado el 9 de abril de 1948.

El hecho provocó una rebelión popular llamada “El Bogotazo”. Ospina Pérez, primero, y Laureano Gómez, después, desarrollaron una campaña terrorista que arrojó más de 300 mil muertos entre las filas liberales y comunistas.

La insurgencia guerrillera es consecuencia de la violencia desarrollada por la clase dominante, y cuando ha intentado deponer las armas han asesinados a sus dirigentes, como es el caso de Guadalupe Salcedo en 1957. Y los más de 5 mil asesinados de la Unión Patriótica, el Partido Comunista y los liberales, desde los años 80s.

Esa oligarquía, Uribe y los halcones de la Casa Blanca son los responsables de la violencia en Colombia.

6 de julio, 2007.

domingo, 11 de mayo de 2014

¿Cuál democracia?

Por ANULFO MATEO PÉREZ

2 de 4

Carlos Marx entendía que para el propio ascenso del progreso material tras el desarrollo inusitado de las fuerzas productivas que tenía su apoyatura en la ciencia, debía propiciar al mismo tiempo el libre desenvolvimiento de las relaciones sociales y el predominio del más acendrado humanismo.

Por tanto, el propio desarrollo cultural, y libre desenvolvimiento de las relaciones estéticas y éticas basadas en el desempeño del hombre con todas sus prerrogativas garantizadas, era para él la mayor realización de la democracia.

Es conveniente hacer una corrección de ciertos conceptos que tergiversan las ideas de Marx, en cuanto a la esencia y término de la “dictadura del proletariado”.

Él no habló de dictadura de un partido, ni como liderazgo político permanente. Esas fueron lecturas tergiversadas de la teoría expuesta, que llevaron a cometer serios errores en la construcción del socialismo.

En la Crítica al Programa de Gotha, Marx apunta un aspecto raigal de la democracia que es el derecho; insiste en que la sociedad que acaba de salir del capitalismo presenta las taras de la vieja sociedad.

La igualdad aquí se mide por el mismo rasero: el trabajo. Dice: “Indefectiblemente en el socialismo no reina la plena igualdad, ya que NO todos los individuos tienen la misma capacidad física y mental y por tanto unos aportarían más que otros”.

Incluso, Marx reconoce la posibilidad de que unos sean más ricos que otros, y al mismo tiempo apunta la certera idea de que estos defectos son inevitables en la primera fase de la sociedad comunista.

Esta concepción fue adulterada por muchas experiencias de construcción del socialismo en el mundo, que se propusieron un igualitarismo económico y cultural, por encima de las condiciones económicas existentes.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Esa pequeña burguesía


Por ANULFO MATEO PÉREZ

El sabio alemán Federico Engels divide la historia de la humanidad en tres fases: salvajismo, barbarie y civilización. ¿Por cuál o cuáles de ellas transita la República Dominicana, si tomamos en cuenta el aspecto estrictamente político y la naturaleza de quienes dirigen el Estado y hacen uso de los poderes fácticos?

Fácil de responder: entre el salvajismo y la barbarie. Solo en estos dos estadios puede uno pensar cuando examina lo que ha ocurrido y ocurre con la administración del país hasta este infausto momento.

La irritación de la gente honrada ha sido desbordada por la pensión de 651 mil pesos, auto asignada por el entonces superintendente de bancos y ahora contralor general de la República, Haivanjoe Ng Cortiñas.

Pero este no es el único caso; existen pensiones millonarias otorgadas en el Banco Central, Banco Nacional de la Vivienda (BNV) y en otras instituciones del Estado, bajo el estímulo del doctor Merengue.

Para esa pequeña burguesía rastrera, la “hegemonía acorazada de coerción” ofrecida por el Estado (recordando a Gramsci), es para desvencijar el erario y reprimir, como ocurrió el pasado jueves en Cotuí.

El deterioro ético-moral avanza como la gangrena gaseosa, resultado de la crisis global del sistema y modelo neoliberal, capaz de parir a estos politiqueros, serviles del gran capital nacional y transnacional.

Así, con “premeditación, alevosía y asechanza” se expande la mega corrupción de Estado, para constituir un grupo económico que pretende —por encima de cualquier contingencia— eternizarse en el poder.

Esa mafia partidocrática está “blindada”: tiene los tres poderes del Estado bajo su absoluto control. Y solo podrá ser resquebrajada y destronada con la movilización vigorosa de los que sufren el infierno de sus maldades.

29 de septiembre del 2012.

domingo, 4 de mayo de 2014

Entre la mentira y la mediocridad

Por ANULFO MATEO PÉREZ 

Andar por este mundo con la ingenuidad al hombro, confiado sólo en la honestidad, el valor y el arrojo como fortificados escudos, es como ir a la guerra desprotegido de armaduras.

Si usted tiene la virtud de ser honrado, trabajador, sincero y responsable, y confía en extremo en sus flancos, entonces debo confesarle que corre el peligro de caer en una emboscada artera, sufrir el fuego del francotirador despiadado, que camuflado en el frondoso follaje de la mentira y la hipocresía, le lanzará andanadas de envenenados dardos.

El blanco será su anatomía espiritual, su moral, sus principios más inconmovibles...
Y por lo general, usted se dará cuenta de los ponzoñosos disparos al pasar los años, cuando despierte de su encantamiento, resultado de la pestilencia de la saliva y movimientos rastreros de su atacante.

¿De quién hablo?

De un reptil ofidio de cuerpo cilíndrico y largo, cabeza aplastada, piel escamosa y con diversos colores, que puede vivir en la tierra o en el agua.

Hablo de la culebra, que según su hábitat puede describirse como culebra ciega, anfisbena, reptil saurio. O pudiera usted encontrarla en lugares rocosos y poblados de zarzas, que se alimenta de insectos y lagartijas, a ésta se le llama culebra coronela.

Otra variedad es la cascabel, crótalo, más conocida por su peculiar sonido cuando se prepara para atacar a sus víctimas.

Se conoce también la culebra collar o de agua, cuya piel tiene un color blanco amarillento y sus escamas son fuertes y aquilladas, ésta es semiacuática y se alimenta de peces y ranas.

Así como hay variedades de culebras, existen variedades de hombres. En ocasiones muy difícil de distinguir su condición de tales, a la de reptiles ofidios.

"Los mediocres, más inclinados a la hipocresía que al odio, prefieren la maledicencia sorda a la calumnia violenta. Sabiéndose que ésta es criminal y arriesgada, optan por la primera, cuya infamia es subrepticia y sutil. La una es audaz, la otra es cobarde".

Así los describía José Ingenieros, hace ya bastante tiempo, en su libro "El hombre mediocre".

Ese que pulula en nuestro medio, en todas partes. El que se la ingenia para flotar como el corcho, el que modela ideas y conductas aprendidas como en los libretos del teatro.

Ese que no tiene talento para trascender por sus aportes y esfuerzos neuronales, sino por su bien aprendidas manipulaciones y movimientos de reptil ofidio.

El Nacional y Barrigaverde.net
8 de agosto, 2007.

sábado, 3 de mayo de 2014

¿Cuál democracia?

Por ANULFO MATEO PÉREZ

1 de 4

Carlos Marx ni Federico Engels abordaron de forma particular, en tratado aparte, el problema de la Democracia. No obstante, en sus trabajos tempranos y maduros aparecen análisis importantes sobre la misma, que se proyectan en tres dimensiones esenciales. 

1. Su crítica incisiva estuvo dirigida a la falsedad de la democracia burguesa, que quiere presentarse como partidaria de la igualdad, los derechos de los ciudadanos y de la libertad. 

2. Marx y Engels citaron los reales límites de la democracia burguesa cuando es tomada como escenario de lucha de los trabajadores, enfatizando la contradicción capital-trabajo.

3. De igual forma destacan en sus aportes teóricos las características de la democracia socialista, cuya esencia es la dictadura del proletariado sobre los remanentes de la burguesía.

En 1843, Marx apuntaba una idea cardinal de sus juicios sobre el tema: la esencia de toda democracia plasmada en el derecho a través de la constitución es responder al pueblo.

Se refería el genio alemán y universal, a la democracia burguesa y su ideología, y fija sus primeras nociones sobre la temática, en “La crítica de la filosofía del Estado de Hegel”.

"En la democracia, la constitución misma debe aparecer como una determinación de los intereses del pueblo. En la monarquía, tenemos el pueblo de la constitución, en la democracia, la constitución del pueblo", precisaba Marx.

Concibe a toda forma de Estado no democrático como una enajenación de la justicia y de la verdadera libertad, como una negación sustancial de los intereses populares que debe representar.

Es decir, como una antítesis de la verdadera democracia, que es el poder para la mayoría y por la mayoría, dirigido esencialmente a satisfacer sus necesidades materiales y espirituales.

2 de mayo, 2014.

jueves, 1 de mayo de 2014

Políticos zacatecas

Por ANULFO MATEO PÉREZ

Por violentar constantemente su propia legalidad, he calificado a los que gobiernan de espalda al país, de acicalados zacatecas y verdaderos sepultureros del sistema político que dicen sustentar.  Después de todo, les va muy bien como empleados de pompas fúnebres, que vestidos de librea asisten al entierro de esta falsa democracia, caracterizada por un rampante y desbordado canibalismo.

Las contradicciones entre grupos de poder por la preeminencia en el Estado, han llegado a un plano en que se vulneran los más elementales derechos ciudadanos, entre ellos, por supuesto, los políticos.

Como parte de la conspiración usan la perfidia, trampas, zancadillas, manipulaciones, sobornos, tráfico de influencia, entre otras malas artes, para imponer su reinado e intereses mezquinos.

El más reciente proceso electoral, contaminado con todas las perversidades e inmundicias politiqueras, es un ejemplo de la frialdad con que actúan los zacatecas de este modelo político en crisis.

Como verdaderos maestros de la tauromaquia, vienen dominando al conservador y cansado toro blanco, usando quintas columnas y colocándole banderillas en la JCE, TSE, SCJ… para el “vuelve y vuelve”.

 El nefasto ejercicio político de los que se han establecido como sanguijuelas en el Estado, se acompaña de ‘anestesia emocional’ frente a tantas injusticias en el orden político, social y económico.

 Los que gobiernan tienen el dominio de la situación; es inútil responderles con carabinas vacías. Entonces, habrá que “tirar el cuerpo al agua”, asumiendo la ya olvidada lucha social y política.

 La reciente masacre en Salcedo, nos dice hasta donde pueden llegar los continuistas. No conocen límites… y, llenos de miedo, han perdido la racionalidad. ¡Peligroso eso!


16 junio, 2012.

¿Democracia o cleptocracia?

Por ANULFO MATEO PÉREZ

La encuesta Gallup arroja, que el 82% de los entrevistados entiende que el país es corrupto, información conocida desde hace mucho tiempo, hasta por los chinos de Bonao.

Lo mismo sucede con los partidos políticos, la Justicia, la Policía, el Congreso y la Dirección de Persecución de la Corrupción Administrativa, consideradas como las más corruptas.

Un país sin una adecuada legislación ni cumplimiento de las normas que rigen los conflictos de intereses, socava sus frágiles instituciones.

Esos son los efectos corrosivos de la corrupción. El mal ha tomado tanto cuerpo que la mentada “democracia representativa” ha devenido en cleptocracia.

Por eso es que en una sola gestión gubernamental, los funcionarios terminan tan ricos que se ven obligados a disponer de sus fortunas a través de fundaciones. 

Los gobiernos tienen beneficios que repartir y costos que imponer al pueblo; elaboran programas de inversión, controlan una gran parte del PIB y regulan los sectores privados. 

Los funcionarios no se limitan a sustraer dinero del erario; se extiende al chantaje contra compañías nacionales y extranjeras o sus beneficios ilegales son productos del soborno. 

Usan testaferros para negocios ilegales, prevarican; es una manifestación de abuso de autoridad y, pese a que está sancionada por el Derecho Penal, nada sucede.

La impunidad permite que con el dinero del pueblo se alimenten campañas electorales y se compren voluntades para llegar al poder o mantenerse en él, lo que afecta la legitimidad de sus protagonistas.

En un país con independencia de poderes y verdadera justicia, la dimisión, destitución y prisión, serían parte del colofón de esa conducta. Esta media isla está muy lejos de esa realidad.