Raíces Radio

sábado, 24 de agosto de 2013

Esquemas de la corrupción

Por ANULFO MATEO PÉREZ

Los corruptos de la República Dominicana, los que depredan el erario, han sofisticado su modus operandi, debido a que muchos de sus colegas en otros países han ido a prisión, o han tenido que huir hacia otras latitudes para evadir la justicia. No han tenido que inventar el método, porque sólo tienen que seguir los pasos de quienes les han antecedido en esa “profesión”.

La construcción de obras del Estado es un gran filón para legalizar la acumulación de capitales a partir de las arcas públicas. Se pretexta la inversión y sobrevalúan el costo de las mismas.

Para ampliar aún más el saqueo, los zares de las “contratas” oficiales violentan las normas de calidad de las mismas y al cabo de poco tiempo se inicia el deterioro, para reconstruirlas.

Usan la modalidad de las subcontrataciones, firmando con testaferros de sus propias compañías, creadas para encarecer los costos y ocultar el destino final de los beneficios.

De manera que el funcionario corrupto elabora los proyectos, se los contrata así mismo a través de testaferros, se supervisa y finalmente cobra a través de sus compañías las sumas estipuladas en los contratos que él mismo suscribe.

Los corruptos se han vendido a sí mismos las empresas públicas o se han asociado con nacionales o extranjeros para hacerse accionistas de las compañías que las han adquirido a precios de “vaca muerta”.

Cuando pueden, se deciden por esta última opción, porque les arriesga menos y simplifican el lavado directo del robo al Estado y la recepción del soborno de la corporatocracia.

Y para lograr la impunidad se han blindado con el Poder Judicial, con el contubernio y la cobertura de cierta prensa bajo su control y “opinadores” venales que son parte del tinglado corrupto oficial.   


24/agosto/2013.

domingo, 4 de agosto de 2013

Sexualidad y sociedad

Por ANULFO MATEO PÉREZ



I



La designación de James 'Wally' Brewster como embajador de Estados Unidos en la República Dominicana, considerado “activista gay” en su país, ha desatado una renovada discusión sobre el tema de la homosexualidad, de gran e inusitado interés científico desde el siglo XIX y de enfoques diversos en cuanto a su definición, clasificación, causalidad y dinámica psicosocial.



El término homosexualidad se refiere tanto a la orientación como a la conducta del individuo que elige como “objeto sexual” a una persona de su mismo sexo, según los criterios de R. Salamanca.



La conducta homosexual, considerada por algunos como variante alternativa de la sexualidad, se observa en la mayoría de las sociedades contemporáneas y en otras existe sepultada en la intimidad.



La orientación y práctica homosexualidad se manifieta en distintas clases sociales, se considera tan vieja como la humanidad y su existencia ha sido detectada en escritos y artes gráficas de la antigüedad.



Las discusiones relativas al tema han estado vinculadas a concepciones morales, religiosas, y por sus implicaciones con los sistemas de valores culturales, se hace más que difícil la objetividad y desapasionamiento científico.



Por tales causas, en principio la homosexualidad fue incluida bajo el epígrafe de “Trastornos de la personalidad y otras alteraciones mentales no psiquiátricas”, por la American Psychiatric Asociation.



En el pasado las apreciaciones fueron más severas. En un momento la homosexualidad fue incluida en los “Trastornos sociopáticos de la personalidad” y como “personalidades psicopáticas” con sexualidad patológica.



En abril de 1974, la misma American Psychiatric Asociation determinó que la homosexualidad no se incluyese ya durante más tiempo entre las enfermedades mentales.

II


Dentro del grupo homosexual existen tantas diferencias como entre los heterosexuales, con una gran diversidad de tipologías, tanto de personalidad, como en el tipo de los contactos. En el estudio de la homosexualidad, algunos autores la han clasificado en Episódica, Exclusiva y Preferencial.



1. Episódica, cuando aparece en situaciones que favorecen esta conducta; en la adolescencia época de la búsqueda de identidad, en prisioneros, monjes y soldados acuartelados, entre otros.



2. Exclusiva, cuando en la edad adulta hay ausencia total de contacto erótico con el sexo opuesto.



3. Preferencial, se presenta en sujetos con práctica hetero y homosexual, con preferencia de esta última.



La exclusiva puede ser egosintónica, cuando es aceptada plenamente por el sujeto; egodistónica, cuando esta provoca sufrimiento psíquico y social y lucha por separarse de la misma por considerarla anormal o “indeseable”.



En este último caso, es notable sentimiento de culpa, vergüenza, ansiedad, depresión, e ideación suicida, gestos e intentos suicidas repetitivos. Son los que buscan ayuda psicológica.



Entre las causas probables de esta práctica sexual “alternativa”, se ha planteado la genética (heredo-familiar) y como estigma de alguna enfermedad degenerativa del sistema nervioso central.



Otra hipótesis es la concepción griega de la bisexualidad orgánica, partiendo de las aparentes características hermafroditas del incipiente embrión humano.



Las apreciaciones psicoanalíticas han combinado este concepto de bisexualidad con la teoría del desarrollo apoyada en factores psicosociales. Sigmund Freud sostuvo que existe una bisexualidad psíquica normal en todos los seres humanos, partiendo de la premisa biológica establecida por los griegos.


III


En 1962, Irving Bieber rechazó la teoría freudiana de la bisexualidad psíquica normal y argumentó que la heterosexualidad es la norma biológica de los mamíferos, incluida la especie humana y precisó que la homosexualidad sería secundaria a “miedos a la función heterosexual, generados a partir de experiencias vitales desfavorables.



La contradicción entre ambos investigadores es más que interesante. Mientras Freud defiende la “homosexualidad latente” en los heterosexuales, Bieber postula que todos los homosexuales son “heterosexuales latentes”.



El desarrollo de la endocrinología y la genética modernas han permitido exploraciones en el sentido de las causas de la homosexualidad en esos renglones, orientada a esa condición en el sexo masculino.



En 1952, Kallman estudió 85 homosexuales gemelos y en los 40 pares monocigóticos alcanzaba un 100% en los índices de homosexualidad. Esos hallazgos no han sido ratificados por ningún otro investigador.



Hasta hace unas décadas, los estudios hormonales no habían reportado diferencias significativas entre los homosexuales y los controles heterosexuales seleccionados para esos fines.



Posteriormente, Loraine y colaboradores comunicaron el hallazgo de niveles anormalmente bajos de testosterona urinaria en homosexuales exclusivos, contraste con las cifras normales de los controles.



La teoría más prevalente, según Bieber y colaboradores, sería la constelación parental compuesta por un padre hostil y distante y una madre seductora que domina y minimiza a su marido.



Freud había defendido en 1905 en “Tres ensayos sobre la teoría de la sexualidad”, que los hombres con padres débiles o ausentes y madres frustradas “eran más propensos a convertirse en homosexuales”.


IV


En la práctica sexual en individuos del mismo sexo, el aspecto psicosocial es enfatizado más en países desarrollados, donde existe la llamada “comunidad homosexual”. Hooker señala que los “bares gay” funcionan como “instituciones sociales”, en que el sujeto tiene la oportunidad de intercambiar experiencias, convirtiéndolas en un punto de fiesta y de reunión que sirven de iniciación de un “modo activo”.



Indica Hooker que en el ambiente gay estos lugares son conocido como “coming out”, donde los encuentros se hacen rutinarios. Entre estos se forman parejas estables e inestables, dentro o fuera del matrimonio, como es el caso de algunos países.



Cuando la relación homosexual es inestable tienen tendencia a la promiscuidad, y al igual que los heterosexuales, pueden sufrir o no disfunciones sexuales y problemas psicológicos.



En nuestros países, de condicionamientos machistas, es más frecuente la marcada diferencia entre los homosexuales "afeminados" y los homosexuales “varoniles” (que toman el rol masculino durante el coito).



En cuanto a la homosexualidad femenina, tanto sus causas como su incidencia son más “oscuras” que la masculina y acuden con menos al psicoterapeuta.



De acuerdo a la teoría freudiana, algunas lesbianas han tenido padres poco asertivos y madres hostiles y dominantes. Otras han tenido durante la niñez y adolescencia intensas relaciones seductoras con sus padres, frente a madres narcisistas.



En cuanto a si la homosexualidad es normal o anormal, Freud expuso en la “Carta a una madre americana”: “No cabe la duda de que la homosexualidad no supone una ventaja, pero tampoco una vergüenza, ni un vicio, ni una degradación, ni puede ser clasificada como enfermedad…”.



En el tema hay mucha tela por donde cortar, y hay de todo como en botica. De manera que el debate no es nuevo y creo que no terminará durante lo que resta de este siglo.